Rebeldes del Infierno - 28 de Sarenith del 4715

 28 de Sarenith del 4715

    Hemos pasado una semana reclutando gente y extendiendo nuestra hazaña de Las Salinas.

   Al hablar con tanta gente, nos hemos enterado de que en el barrio (el gueto) La Guardería del Diablo (donde tienen a todos los tiefling de la ciudad), se han incrementado los niveles de criminalidad en las últimas semanas de manera descontrolada y alarmante: a varios niños tiefling los han secuestrado, pero no se atreven a hacer nada para que Thrune no les castigue más de lo que ya lo hace.

Niñoxs tiefling por Everwho, en DeviantArt.

    Al ver que tiene toda la pinta de que esto está ligado a todo el maltrato de Thrune y los dottari a la ciudad, hemos decidido ir nosotros mismos a investigar. Allí hemos conocido a Larry, el panadero, que nos ha contado que ya son nueve las víctimas y nos ha llevado a conocer a la mujer que vio a la última víctima. Esta mujer se llama Zea y es la costurera del barrio. Ha sido muy amable y nos ha llevado hasta el callejón donde encontró al hombre cuando era demasiado tarde para ayudarle. Nos ha dicho que se acercó al oír al tiefling gritar y un coro de risas histriónicas al unísono. Le hemos preguntado cómo han sido las otras víctimas y dice que primero fue un niño y el resto han sido adultos. Tras haber recogido más información de testigos y poder ver el cuerpo del último asesinado, nos damos cuenta de que han sido las malditas hadas de los dientes. ¡Qué miedo me daban de niña cuando me amenazaban mis padres con ellas! Menudo drama cada vez que se me caía un diente...

Como somos unos osados y estamos un poco locos, la mejor idea que hemos tenido ha sido poner a Rudy de cebo. El resumen de lo ocurrido es que ahora a Rudy le falta un colmillo y que las hadas de los dientes invocadas en Kintargo han sido eliminadas por completo. No está mal el balance.

    Después de esta pelea (que fue bastante aparatosa, la verdad. Pienso en lo que hemos hecho y me parto de risa yo sola), hemos podido encontrar al niño desaparecido. Pensar en esto hace que se me pase la risa. Le hemos encontrado muerto y usado como elemento principal del ritual para invocar a las hadas. Me habría encantado verle volver con su familia, que parece que le quería mucho. Junto al cadáver del pequeño, había unas inscripciones que he apuntado para poder estudiarlas.

    He podido enseñárselas a Rexus al volver al Nido y lo único que me ha contado es que están en aklo, la lengua hablada por monstruos, criaturas inhumanas, derros y hadas. En fin, no es gran pista, pero al menos ya sé qué diccionario coger.

    Menos mal que ya tenemos cama y habitación propia. Me apetece estar un poquito a solas. Es la primera noche desde que conozco a Peluche que no quiero estar con él. Supongo que es normal estar triste.