El Auge de los Señores de las Runas_23 de Lamashan del 4707

Día de la Luna, 23 de Lamashan del 4707

    Ayer estuvimos descansando y contando nuestros ahorros y hoy nos hemos ido de compras con todo el dinero que teníamos ahorrado, que ya era mucho.

    Henry y Volgo han sido muy generosos y me han dado la mayor parte del dinero para que me compre yo unos guantes de sanadora. Bien es cierto que se espera repercutan beneficiosamente a todo el equipo, pero también podríamos haberlo gastado en otros objetos para ellos que, con seguridad, nos serán de ayuda a todos. Les estoy muy agradecida.

    El tipo de la tienda no me ha caído muy bien, me los ha dejado más caros de lo que yo creía, pero están hechos a medida y son funcionales así que no puedo pedir más (además, a quien aprecie la manufactura le dejarán boquiabiertos y quizás su belleza me sirva para que la gente confíe más en mi palabra y en mi juicio).

    Después de mi compra, hemos ido Henry y yo a una tienda muy curiosa, abarrotada de varitas, báculos y bastones de todo tipo: él se ha comprado un bastón que tiene la capacidad de darle a él transformaciones en animal o incluso podría convocar algunos. Me deja alucinada cada vez que veo su cuerpo mutar a otra criatura. Cuando tenga un rato libre probaré a hacerlo con mezclas alquímicas, a ver si me es posible.

   A Volgo lo hemos encontrado cuando hemos salido de la tienda de varitas donde ha comprado Henry. Estaba sentado en unos escalones frente al local, tan contento comiendo un bocata y presumiendo de la armadura nueva: se ha comprado una coraza que es más propia de un paladín, pero se ve muy bien con ella y seguramente la acabe amoldando a su gusto con el tiempo.

    Tras las compras, hemos ido donde los hermanos enanos, el local al que dejamos la pulsera de J. C., pero aún no han averiguado nada. Hemos preguntado por la mujer que también quiere la pulsera y no solo nos han dicho que no la han visto, sino que parecían no acordarse de ella. Me ha parecido sospechoso.