Rebeldes del Infierno - 17 de Lamashan del 4715

 17 de Lamashan del 4715

    Hoy hemos tenido chupi excursión con las gentes majas de los Acisazi. La parte mala es que viven en mojado. Y agüita no gusta. Pero bueno, a veces viene bien lavarse, me han dicho. En fin, que la gente maja de lo mojado nos ha recibido tan bien como siempre. La cosa era que les queríamos pedir que nos diesen  un poco (bastante) oxígeno del bueno para poder irnos de incursión. También, por si las moscas, le hemos pedido un pergamino, no vaya a ser que Peluche se vaya a su plano y cuando vuelva se nos ahogue y vuelta a volver a su casita. Bueno, he de decir que para la única que hemos pedido el conjuro ha sido para mí. Vamos a contar las cosas como son. Lo más como son que yo puedo contar. Porque Yaki está to fuerte machote sireno y puede aguantar mogollón la respiración y Rudy tiene su silla submarina que va como un pepino y lo mola todo. Osea que la única flojeras a la que no le gusta el agua y que no sabe ser un pescado soy yo. Pero Athannah Quhurill es muuuuuuuy simpática y me ha echado el conjurito.

    Y ahí ya hemos podido empezar nuestra aventura. Hemos ido navegando y, a 80 millas al noroeste, ni más ni menos, hemos llegado al fin a Las Fauces del Erizo. Allí, nos hemos sumergido y hemos comenzado a explorar.

    Llegados a una bifurcación donde tenía pinta que el monstruo estaba a la izquierda, nosotros hemos ido a la derecha. Tenía TODO el sentido del mundo, porque primero queríamos ver si a la derecha había algo que nos pudiese interesar coger o enemigos menores que pudiesen atacarnos mientras luchábamos con el grandote o si se acababa uniendo un lado con el otro... Si es que somos ya todos nosotros unos estrategas campeones.

    Pronto nos hemos dado cuenta de que ha sido buena idea avanzar por el túnel de la derecha: Rudy rápidamente nos ha avisado de que había un puñado de skums y de tiburones mascota suya. No han tenido nada que hacer contra nosotros, por supuesto. Peluche les ha atacado con un mordisco tremendo, Yaki ha repartido la pana con la frostacha y Rudy y yo les hemos dado p'alpelo con nuestro conjuro Arco Eléctrico. Bajo el agua queda más chupichachi aún que en tierra. Mientras acabábamos de luchar contra ellos, ha llegado una sirena de las algas. ¡QUÉ COSA MÁS FEA DE CRIATURA! Nunca me la habría imaginado así. Era una bola con ojos de caracol con algas por todo el cuerpo y dientes pintiagudos. Tako ha robado uno de los tridentes de los skums y le ha pinchado en el culo a la sirena no sirena. Para que nos deje rematar en paz a los otros enemigos, Rudy le ha echado el conjuro de Laberinto de las puertas cerradas y ahí ha tenido a la sirena dando vueltas abriendo y cerrando la boca como si intentase dar algo que llevarse a la tripa. Me ha recordado a un jueguito de hace décadas de otro plano. En fin, que Peluche ha ido matado con sus bocados y Yaki ha ido dando frostachazos y se han cargado a los skums y a sus mascotas.

    En ese momento, ha vuelto la sirena (no recuerdo si ha salido del laberinto o es que el conjuro ha terminado) y hemos conseguido sacarle, además de las tripas, la información de que al charybdis lo maneja un tal Slugoroth, que es un diablo ahogado. Tituuuuutiriruuu...

    El tal charybdis se llama Baragama, viene de los mares de Estigia y no va a ser el único que venga: Slugoroth está haciendo portales para traer a más súbditos charybdis.

Menuda movida. Tituuuuutiriruuu...

    En fin, hemos rematado a la sirena, le he cogido dientes de oro que me he encontrado en su guarida (los voy a intercambiar por unos oros que me sirvan de verdad) y un collar con el conjuro de Estampida que se lo he puesto a Peluche. Va a estar mega guapo cuando lo active y se ponga en plan mega destructor.

    De ahí, nos hemos ido a acabar con Slugoroth. Si haces portales de donde sacas a siervos malvados, pues es lo que te espera. A ver qué se le va a hacer. Y he de decir que le hemos encontrado bastante rapidito.

    La pelea contra el jefazo ha estado GUAPÍSIMA: Rudy ha sacado a su toritoconstructo a pelear y también, nada más y nada menos, que a un dragón tortuga. Se podría haber quedado cruzado de brazos, porque, ¡¿qué más!? Pero no, ha seguido ahí el tío con sus conjuros. Yaki... Buah, es que de mayor, osea, de más mayor, yo quiero ser tan fuerte como Yakisama. Ha cogido y se ha puesto ahí pin pan toma te pincho con mi súper cuchillo. Y Peluche... Jijijiji. Ha estrenado su collar y ha hecho PUUUUUUUUUUUUM ESTAMPIDA DE EIDOLÓN HERMOSO Y FUERTOTE. Y yo, bueno, lo de un jueves cualquiera (no sé qué es jueves, pero Peluche lo dice mucho, creo que lo escuchó en algún otro plano). En fin, que yo ahí con mi Rayo de Luna le he quemado el culo a ese malvado.

    Y luego, hemos ido a por el charybdis que se llamaba Baragama. Tituuuuutiriruuu... Digo se llamaba porque ya no, obviamente, nos lo hemos cargado. Porque claro, aunque ya no estuviese su mandamás, no podíamos dejarle por ahí campando a sus anchas.

Era TREMENDO.

Rudy le ha atrapado con su muro de piedra (cómo le gusta) y el bicho se ha puesto becerro y ha empezado a destrozarlo a garrazos. Yaki ha cargado contra él, ha sacado en mitad de la carrera el Frostillo y, como propulsado por la tinta de Tako, le ha dado un golpe terrible que le ha matado. Genial. Ah, y más genial que Yaki ha cogido charybdis para cenar. Tituuuuutiriruuu... Los de Vyre temblarían a su lado si viesen su destreza culinaria.

    Nos ha preparado la cena junto a los Acisazi, que estaban encantados de comerse a quien les ha aterrorizado y de poder festejar que ya no hay peligro.

    Mientras cenábamos, nos ha llegado una carta de Jillia donde nos ha dicho que vayamos al bosque como próxima parada para unificar a esta gente. Pero que cuidado con las criaturas feéricas. JA. A mí me lo van a decir. Qué risa. Ah, y también que cuidado con algo de tormenta de Rovagug. Sorprendente que, siendo Rova mi mes de nacimiento, y habiéndome criado donde me he criado y, SOBRE TODO, CON QUIEN ME HE CRIADO, no tengo ni idea de qué tormentas son esas.

    En fin, hemos descansado con los Acisazi y mañana iremos al bosque.