Rebeldes del Infierno - 21 de Sarenith del 4715

 21 de Sarenith del 4715

    Me he levantado con ganas de pretender, aunque sea un poquitito, que somos personas normales con una vida normal que viven en una ciudad normal. Yo, que he nacido en una familia asmodeana, nunca he podido ser normal. Pero parece ser que ni Yaki ni Rudy lo son tampoco, y eso que Yaki es un joven con un empleo y Rudy un estudiante con su familia asentada en Kintargo y con un trabajo honrado. Imagino que, al fin y al cabo, nadie se siente del todo normal. Pero, como decía, nosotros lo intentamos a ratitos: Rudy ha cogido ingredientes para poder trabajar en sus pociones y Yaki y yo hemos salido a vender con el puesto ambulante. Menos mal que Yaki me da trabajo, si no, no sé de qué podría mantenerme por aquí. Me dan ganas de hacerle arrumacos todo el rato, pero sé que le incomodaría, así que los dejo casi todos para cuando vea a Peluche.
    Como decía, fingir que eres normal no se puede lograr por mucho tiempo seguido, así que, sin darme cuenta, me he encontrado a mi misma aprovechando que había mucha gente por donde estábamos vendiendo y me he puesto a cotillear (o investigar, que suena mejor) el motivo por el que han impuesto la norma de la menta. Sorpresa, sorpresa: no hay ningún motivo más que el de tocar las narices a la ciudadanía. Algunos clientes (ya va teniendo habituales) le han contado a Yaki que en La Noche de las Cenizas se dieron tres incendios provocados en tres lugares sin aparente relación: La Villa Victocora, una taberna llamada el Tejón Apaleado y una tienda de música con el nombre de La Estrella Plateada. Resulta que la tienda estaba regentada por una cantante de ópera, Shensen, que desapareció tras quejarse del actual gobierno.

    Después de trabajar en el puesto, hemos vuelto al Nido a reunirnos con Rudy y acabar de adecentarlo. Al fin, ha quedado un lugar en el que podemos vivir tanto nosotros como el resto del equipo: hemos dejado una habitación para las tengus, una habitación-despacho para cada uno de nosotros y para Rexus y una sala común.
    Gracias a esto, aprovechando que ya hay tranquilidad y espacio, Rexus ha comenzado a traducir y transcribir los papeles de Los Cuervos. No vamos a poder ayudarle porque es una mezcla entre varios idiomas (común, celestial, strix y aklo) y no los conocemos ni siquiera entre todos nosotros, pero por lo visto, su madre era archivista y le enseñó a él muchas lenguas y cómo aprenderlas o, al menos, entenderlas. Así que ahí se ha quedado Rexus concentrado en su tarea toda la tarde.

    Nosotros nos hemos ido a ver a Laria para que nos dijese por dónde podíamos seguir trabajando y ayudando a la ciudad. Nos ha contado que lo último que hizo ella como parte de La Red Campanilla fue mandar al barco Incubus a Varisia. Nos ha propuesto dar un golpe de rebelión en Las Salinas Salix, donde estaban reteniendo a gente presa trabajando. Laria es conocida de Forbian Crow, uno de los hombres que tienen allí presos, así que nos ha dicho que nos sería más fácil entrar si conseguíamos compincharnos con ese hombre. Debíamos ir con mucho cuidado no solo con la guardia del lugar, sino especialmente con el enano asmodeano que los dirigía.
    Para asegurarnos de que no nos hemos dejado ninguna pista sobre todo esto, hemos ido primero a los lugares donde le han dicho a Yaki por la mañana que se dieron los incendios, pero ni en el Tejón ni en la Estrella hemos encontrado gran cosa (ni información ni objeto que valga) y mucho menos a nadie con quien poder unir fuerzas.
    Sin más rodeos, nos hemos enmascarado (dentro de nuestras posibilidades...) y hemos ido a la fábrica salina y directos al rescate. Hemos luchado contra los guardias justos y necesarios para llegar hasta su líder y captor, Kossrani el enano. Hemos logrado rescatar a Forbian y al resto y les hemos pedido como pago de su liberación que traten de seguir siendo libres y que luchen por la causa de liberar a la ciudad uniéndose bajo la llamada de los Cuervos Plateados.

    Al volver al Nido a punto de que caiga del todo el sol, Rexus nos ha dicho que los papeles han resultado ser una cápsula del tiempo de Los Cuervos Plateados, de donde ha podido extraer la siguiente información: este grupo de rebeldes, se estableció en el 4606 debido al caos que sacudió Kelliax después de la muerte de Aroden, el dios de la humanidad atlante. Al poco de caer él, acabó cayendo también su iglesia y tuvo lugar una guerra civil. Hemos detectado que hay magia en los papeles, pero no hemos sabido ver de qué tipo.
De repente, hemos sido sobresaltados cuando el muro que acabábamos de poner esta mañana para separar el almacén de las habitaciones se ha venido abajo. No, no es que se haya venido abajo... ¡lo han tirado a propósito!! La tarea ha debido ser minuciosa, porque le han ido dando poco a poco con un martillo hasta esperar el momento exacto de tirarlo del todo. Por poco no han dejado debajo sepultada a Maggie. Las tengus nos han dicho que llevan mirando todo el día porque escuchaban un tintineo, pero cada vez que se acercaban, el ruido paraba y no encontraban nada por ningún lado.  Esté quien esté por ahí a mi no se me va a escapar. No sabe dónde se ha metido.

    Nos hemos ido a dormir animados tras el éxito del rescate en la fábrica y contentos de que Rexus vaya a ser capaz de contarnos qué pone en los papeles. Este es el comienzo de una rebelión. Cuando pisé Kintargo y vi cómo estaba todo me desesperancé, he de reconocerlo, pero ahora me doy cuenta de que esto es lo que estaba buscando: el caldo de cultivo donde formar una rebelión y lograr la victoria contra el mal.

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