Rebeldes del Infierno - 07 de Erastus del 4715

  07 de Erastus del 4715

    Hoy nos hemos levantado con determinación y, sin dar rodeos, le hemos dicho a Blosodriette que se pusiese sus trapitos, que nos íbamos al Fantasmagorium a cargarnos a la maldita Nox. Ha refunfuñado al principio (cómo no, si es que es pesadísima), pero cuando le he dicho que solo era para darle a lo que acciona la estatua y así dejar separados a Nox del resto de su equipo ha dicho que se venía. Yo creo que se queja por quejarse y dice que no porque lo tiene en la lengua tatuado. Si es que luego siempre acaba diciendo que sí. En fin.

    Tal y como esperábamos, cuatro hombres y un semiogro han salido por las escaleras que ocultaban la estatua. La táctica de separar a los redactores (así es como llaman a los tipos que estaban ahí con Nox, no sé si tienen dudas de si están escribiendo un periódico o urdiendo una dictadura) y lo bien coordinados que hemos combatido ha tenido como resultado que estos enemigos hayan sido fáciles de abatir.

    Al ir a la sala del dibujo en el suelo, allí seguía Yilliv haciendo su trabajo obligada (montar guardia con ataque incluido), pero no hemos tenido que luchar prácticamente nada: hemos atravesado el lugar corriendo lo más rápido posible, Peluche ha abierto las siguientes puertas y nos hemos colado. Hemos visto cómo Yilliv le arrancaba a Peluche su recuerdo de cuando nació del huevo (Peluche me ha dicho que no lo va a echar de menos, pero yo trataré de recordarlo por él y así contárselo hasta que vuelva a pertenecerle). Nos hemos despedido con cariño de ella. Ojalá volvamos a verla cuando ya no tenga que responder ante nadie.

    Para dar con Nox hemos tenido que seguir explorando el lugar. La tipa ni se ha molestado en salir a recibirnos. Tenía el lugar decorado como si fuese su casa, le faltaba la salita del té. Toda la decoración muy tradicional asmodeana, como a la Emperatrix le gusta. Me ha sorprendido ver que, en algunas habitaciones que parece no usar, había fotos de Rexus y de sus padres. Imagino que antes se escondían allí los Cuervos Plateados. Así que he cogido las fotos para dárselas luego. Cuando hemos llegado donde estaba ella, la hemos encontrado sentada en un sillón leyendo un libro junto a su perro. No tenía la chimenea encendida porque con su perro estufa no le hacía falta. Vamos, que no me ha dado la risa porque tenía miedo a morirme, pero la situación era bastante pintoresca. Le he preguntado con quién había hecho un pacto y me ha respondido con todo el morro "¿con quién no?". Ignorando esa respuesta (pa chula, yo) le he preguntado si conocía a mis padres y con su respuesta no solamente me ha dicho que no les conocía sino que además me ha preguntado si soy una traidora y le he dicho con orgullo "SÍ" lanzándole en el acto un arco eléctrico en toda la cara mientras Peluche ya se había puesto a la carga dispuesto a matarla (si es que Peluche odia a los asmodeanos aún más que yo). Y bueno, qué decir, la pelea ha empezado y lo hemos dado todo.

                      

 Yaki ha sido el que ha dado el golpe que ha matado a Mephery (así se llamaba el perro de Nox): un tajo de arriba a abajo que ha partido el pecho del can en dos. A Nox nos ha costado algo más derrotarla. De hecho, ha llegado un momento en el que he pensado que se escapaba: estábamos agotados, Arbuelillo nos ha curado a todos, Rudy no daba más de sí con sus conjuros y la asmodeana había empezado a huir, pero entonces Peluche ha alargado el cuello, ha abierto las fauces y las ha cerrado sobre su cuello cercenándole así la cabeza.

    Cuando estábamos abandonando la sala después de acabar de rebuscar lo que podía interesarnos, he caído en que estaría interesante hacer como que Nox ha traicionado a Thrune, así que he vuelto para coger su cuerpo y eliminarlo y lo que he encontrado me ha parado el corazoncito durante unos segundos: Nox no estaba muerta. Su corazón latía casi imperceptiblemente, pero lo hacía, su piel estaba caliente y al probar a acercar su cabeza al cuerpo, los tendones, la piel y el resto de cositas cárnicas hacían por volver a unirse. VOMITIVO. Pensando en las cosas asquerosas que he podido ver en mi familia y amigos cercanos, he caído en la cuenta de que hay asmodeanos con un poder de regeneración abrumador y que solamente se puede acabar con ellos con magia benigna. Ahora nos toca ponernos a buscar un clérigo bueno (va a estar graciosa la tarea).

    Hemos ido inmediatamente al Nido para contarle todo a Laria. Le hemos dado las fotos a Rexus y ha sido genial verle tan nostálgico y emocionado. Triste al confirmar que sus padres están muertos, pero contento de poder seguir con la lucha y tener estos recuerdos. Cuando nos hemos calmado un poco, Rudy nos ha contado detalles de una caja que hemos visto en el Fantasmagorium, pero a la que por desconocimiento (y por las prisas y prioridades... y canguelo) no le hemos prestado más atención. Hemos decidido referirnos a ella como la caja de Doce Caras. Rexus cree que podría contarnos más si la viese, pero, por ahora, es muy arriesgado ir a por ella. Más adelante lo haremos. También hemos estado hablando de la marca del brazo de Rudy, que por fin Rexus puede contar algo más. Pero... ha pasado algo muy chungo. Algo de lo que no he dicho aún nada por respeto a Arbuelillo (no quiero ser mal pensada, pero...) y por no asustar y preocupar a Rudy y a Yaki (porque es para preocuparse). No he dicho nada pero lo tengo en la cabeza porque es que es chungo, chungo, chungo. Resulta que el símbolo representa a Abraxas, un lord demonio del saber prohibido y la magia, conocido como el maestro del encantamiento final. EL ENCANTAMIENTO FINAL. Eso suena chungo. Épico, pero chungo. ¿Y qué ha hecho Arbuelillo? PONERSE A BAILAR.

    Y nada, después hemos cenado y ahora estamos cada uno en nuestros cuartos. A ver cómo duermo esta noche...