Rebeldes del Infierno - 19 de Erastus del 4715

 19 de Erastus del 4715

    Hemos ido a hablar con Octavio para ponerle al día de lo que hemos encontrado en el Fantasmagorium. Él nos ha contado después (parece que cada vez le caemos mejor) que hay un lugar secreto que se utilizaba de cuartel y que nos quería recomendar y donar para que lo usásemos nosotros y no hagamos todo en el Nido, pero que cerraron por rencillas internas entre varios corruptos que conformaban la Orden. Un culebrón lo que tenía esa gente entre manos, la verdad. Mientas nos lo estaba contando, Luculla andaba por ahí y ¡ha tratado de espiarnos! La tía se ha hecho la despistada, ofreciendo pastelitos (de nuevo, no me lo he comido), paseándose cerca de nuestra mesa... Pero a mi no me engaña nadie. Y no me he cortado ni un pelo y se lo he dicho a la cara. Ha tratado de hacerse la maja, pero eso me ha disgustado más, así que me he levantado y me he ido de la taberna. Lo bueno de eso es que a Rudy y a Yaki tampoco les ha gustado lo que ha hecho y ya se les ha caído un poco el velo de los ojos con ella. Porque es que estoy segura de que trama algo. Nadie es tan majo ni regala pastelitos nada más conocerte. ¡Y no estoy paranoica!

    Total, que después de eso me han seguido a fuera Yaki y Rudy y hemos ido al cuartel. De camino, una sorpresita: un faceless stalker haciéndose pasar por un marinero borracho.

Yo he ido un poco de chulita, la verdad, y me ha atrapado con su asquerosa lengua que me drenaba las energías (me ha recordado a las cenas en familia). El combate se ha hecho un poco larguito. Menos mal que Yaki ha sacado un arma que no le conocía hasta ahora: un anzuelo con el que le ha envuelto y desgarrado la garganta. Ha sido asqueroso a la par que épico. Yo creo que le corre sangra pirata por las venas. Bueno, que casi se me olvida escribirlo y luego me olvido: el monstruo, antes de morir, nos ha dicho algo de que su diosa la Reina de la Noche (me suena a canción de otro plano) le ha dicho algo de no sé qué. ¡Ay, es que no nos hemos enterado! Pero bueno, ahora sabemos que hay monstruos a la orden de una tal diosa poderosa. Por lo visto, esta diosa es Mahathallah, la líder de las cuatro que hay (porque nos ha contado Rudy que le ha dicho Arbuelillo que no solo hay una, sino cuatro y también se las conoce como las Reinas Putas). La líder es conocida también por ser la viuda de las Ilusiones. Yyyyyy este asqueroso llevaba una llave que por supuesto hemos cogido. Yyyyy caaasuaaalmeeentee esta llave ha sido la que ha abierto la puerta del cuartel. Muy sospechoso todo.

    Una vez hemos llegado al lugar, de bienvenida, nos han atacado unos otyugh y este combate más que largo ha sido asqueroso. No ha sido muy difícil, aunque un poco sí y Rudy casi se muere. Pero bueno, estamos bien.

    Cuando hemos despejado la entrada y hemos podido seguir explorando, nos hemos encontrado con un almacén de donde he cogido un peine de plata (me siento como una princesa) y un saquito donde hay oro. ¡Al fin podemos dejar de explotar a Rudy y comprar pociones!

    Cuando parecía que iba bien la cosa, se ha abierto un foso bajo los pies de Yaki. Menos mal que él ha estado ágil y Peluche más y ha podido cogerle a tiempo de que no muriese entre terrible sufrimiento ensartado en los pinchos que había en el fondo. Como quien ayuda a cruzar el río con su barca, Peluche nos ha ido cruzando uno a uno.

    Esta trampa parece que estaba ocultando el acceso a una zona más privada de habitaciones variadas. Cuando hemos llegado a esa zona, nos ha dado la bienvenida (nótese la ironía) un diablo gigante y bastante fuertote llamado Elgadazum. En un momento nos ha dado una buena paliza, pero Rudy le ha dormido justo a tiempo de que pasase algo peor. Le hemos atado y hemos esperado a que despertase para interrogarle: servidor de Mahathalla y las otras mujeres que hemos dejado en habitaciones atrás, torturador profesional de personas no importa su edad y luchador consagrado. Al enterarnos de que había personas secuestradas que estaban siendo torturadas, Rudy ha ido a buscarlas para liberarlas, pero entonces, el diablo ha intentado ponerse en pie y soltarse. Como un rayo, Peluche se ha abalanzado sobre él para atraparle y Rudy ha vuelto para ayudar en el combate a Yaki y Peluche. Yaki y Peluche peleaban ferozmente, pero Elgadazum era muy fuerte. El golpe de gracia se lo ha dado un constructo de los de Rudy, que se ha liado a puñetazos. El diablo ha vuelto a su plano puñeteado por un muñecaco. Ha estado gracioso.

Mientras ellos peleaban, yo he ido a buscar a los secuestrados y me he encontrado con dos niños. Cuando estaba desatándolos y ya pensaba que nos íbamos, Luculla ha aparecido por una de las paredes con una máscara verde y un atuendo mucho más acorde con su personalidad. La verdad es que es un no parar de pegarse con la gente. Normal que Octavio no quisiese venir él mismo y nos haya mandado a nosotros. 

Ha sido una pelea de lo más completita y Yaki, con su espada, es el que ha acabado de darle el golpe que la ha matado. Al acercarnos para quitarle la máscara, hemos visto que uno de sus ojos tenía los colores de la piel de Peluche y de mi pelo. Era un ojo faérico. Por eso debía llevarlo tapado con el parche. Me ha dejado pensando un poco, la verdad es que no me lo esperaba. Y tampoco me esperaba esto de Luculla. Yo no confiaba en ella y me parecía que tenía malas intenciones, pero de ahí a servir a Mahathalla y tener a varias mujeres a su servicio y a niños secuestrados... Alucinante. Y mientras tanto, regentando una pastelería. Qué versatilidad la tipa.

Cuando toda la pelea ha terminado, hemos atendido a los niños que estaban inconscientes y que, por suerte, no tenían daño. Hemos pensado que, hasta que despiertasen, ese era buen lugar para dejarles escondidos y así seguir explorando y pensando cómo ponerles a salvo.

Mientras estaba yo saliendo del shock, Yaki y Rudy han pasado por la puerta secreta que había en la pared y que ha dado acceso a Luculla. Allí han encontrado varias estatuas dedicadas a Norgorber, el dios de los ladrones y asesinos, pero que habían modificado y actualmente eran para Mahathalla. La sala estaba llena de plegarias, así que ahí me he quedado copiando todo lo que veía para enseñárselo a Rexus y Rudy y Yaki han seguido explorando. He escuchado un PUM muy grande que casi hace que emborrone lo que llevaba copiado y eso que yo no me sobresalto con facilidad: una trampa que les ha explotado en toda la cara jjijiji, pero poca cosa para ellos, que han vuelto cargaditos de regalos: una calavera de oro, un sérum de cambio de sexo y un pergamino de levantar a los muertos.

    Más adelante, hemos llegado a una zona que a quien se lo cuente no se lo iba a creer: ¡era una sala de apuestas! Aquí, después de todo lo recorrido, ¡un casino! Es que este sitio no deja de sorprender. Además, la sala venía atrezada con una fantasma: una halfling llamada Lorelu.

Nos ha propuesto un juego a cambio de información. Si ganábamos, le podíamos hacer preguntas y, si no, nos chupaba para, según ella "saborearnos". Muy extrañito todo, pero cosas peores hemos visto ya. Yaki ha dudado un poco, pero rápidamente se ha animado y ha jugado. Le ha ganado a un juego con dados en el que tenía que sacar la tirada dentro de un porcentaje y ella le ha contado la historia de Las Arañas Grises. Resulta que eran una mafia: robaban, secuestraban y traficaban. Lorelu era una de los integrantes de ese grupo que se encargaba de la cara pública y de las apuestas. También estaba Baccus, que llevaba el tema de las drogas usando a diablos como mulas y que era muy apañado y consiguió ampliar las zonas útiles del edificio limpiando las cámaras inferiores que tenían agua cuando ellos llegaron. La tercera integrante del grupo era una mujer humana clérigo de Norgorber que fue la que trajo los problemas al grupo: asesinó al Líctor Reya declarando así, quizás sin buscarlo, una guerra entre la Orden del Torrente y las Arañas Grises. La Orden entró a Los Huesos de la Suerte con toda su fuerza y les asesinó. Se supone que Heithen consiguió huir y el alma de Baccus pudo seguir adelante, pero Lorelu no había sido capaz de abandonar el lugar, no sabe por qué. Hace mucho que no jugábamos a nada, asíii queeee, pese a mi reticencia inicial y mi desconfianza habitual, yo también me he acabado apuntando al juego y he ganado alguna cosilla a la fantasma ¡y al final Rudy también se ha animado viendo lo bien que lo pasábamos! Lorelu no nos ha podido decir nada de Heithen, pero nos ha dado permiso para coger los tesoros que había en su cadáver: un anillo de plata y otro de oro, una capa clandestina, unas alpargatas de escalada de araña, un anillo de resistencia al fuego y una cuerda para trepar. Hemos cogido sus huesos para sacarla de aquí y permitirle al fin descansar. Y hablando de descansar. Estamos como la mugre. Peor que mi capa aquella vez que salimos de luchar contra Nox. Peor que cualquier capa tras un viaje a las alcantarillas. Así que hemos aprovechado que aquí parecía que no va a venir nadie y así hemos descansado un poquejo y nos hemos curado con las maravillosas habilidades pocimales de Rudy.

    Una vez que nos hemos encontrado bien, nos hemos ido a buscar a las amigas de Luculla, el resto de acólitas de Mahathalla. La verdad es que ha sido algo que me ha dado muuuuucha pereza, pero luego lo he pasado bien... a la vez que mal. Yo, que vengo de una familia sectaria, sé de primera mano que no hay nada que hacer con quien cree fervientemente en una entidad superior de este calibre. No me habría ido de mi casa si hubiese habido alguna opción de cambio en mi familia... Y de verdad que lo intenté. Y esperé. Tuve toda la paciencia que una semignoma puede tener. Pero nada, es que no hay manera de cambiar cuando la maldad se ha acomodado en el cerebro. Y menos aún cuando esa maldad tiene un propósito mayor al que servir y esas patrañas que imagino que sabe todo el mundo. En fin... Pues estas mujeres igual. Hemos dormido a las cuatro que había en la zona y las hemos atado y amordazado. Hemos ido a hablar con una de ellas, aunque yo no quería, he respetado la decisión de Yaki y Rudy. A fin y al cabo, somos un equipo. Nos ha contado que sirven a Mahathalla (vaya, no lo sabíamos), que Luculla era la líder y que hay más como ellas en la ciudad. Que son todas huérfanas, que se las acoge cuando cumplen los 16 años y que son como una familia. Mis compis han tratado de convencerla de que deje la secta y de que convenza al resto, pero, al final, han desistido. La hemos dejado atada para ver si venían el resto de acólitas aquí al acabar el día como siempre hacen, pero nada. Hemos vuelto a hablar con ella, esta vez he usado en conjuro Mensaje para hacer el subterfugio de pasarme por Mahathalla y hablar con ella y nada. Luego me he hecho pasar por Lillith, otra de las Reinas Putas, y peor aún. He acabado pasando a la habitación a explicarle todo a la muchacha y le he pedido perdón. Por un momento, la adolescente que entró en la secta ha asomado del interior de la mujer que tenía delante y me he tenido que contener para no llorar: me he visto tan reflejada... Pero a la vez tan diferente... Ella estaba atrapada y pedía que acabásemos con ella de una vez si no íbamos a liberarla. Sorprendentemente, Rudy ha entrado y ha acabado rápidamente con su vida usando un puñal. Eso no me lo esperaba. Yaki se ha quedad sin palabras cuando hemos salido y se lo hemos dicho. Un poco todos sin saber qué hacer, hemos tratado de hablar con otra de las acólitas con el mismo resultado.

Nos hemos reunido para hablar y ver qué hacer. Creo que, de todo lo que hemos vivido, esto ha sido lo más difícil de decidir. Con el ansia y la desesperación de no saber qué hacer (y aburridísimos de esperar al resto de mujeres) hemos salido fuera a ver si venían o podíamos encontrar alguna pista. Normal que estuviésemos aburridos: hemos pasado muchas horas aquí dentro. Ya amanecía un nuevo día. Y menos mal que hemos salido porque gracias a eso Rudy ha visto que podríamos habernos quedado allí a esperar el mismo final que Lorelu: el resto de acólitas no iban a venir porque Luculla les había marcado la puerta antes de entrar para que no lo hiciesen, avisándolas con una marca en clave de que estábamos nosotros aquí.

    Finalmente, hemos optado por avisar a dos de nuestra red de cuervos de que íbamos a liberar a varias acólitas de Mahathalla para que las siguiesen y poder así controlarlas y encontrar al resto. También hemos aprovechado para liberar a los niños y que fuesen acompañados por otros de nuestros compañeros hasta sus casas. La verdad es que esto de poder avisar con nuestras figurastotemsminiatura de cuervos es muy útil. Estoy contenta de que hayamos podido ponerlos a salvo sin abandonar el lugar.