El Auge de los Señores de las Runas_11 de Lamashan del 4707

 11 de Lamashan del 4707

        Cuando me he despertado, menos resacosa de lo que esperaba, he vuelto a hacer a mi pequeño y blandito familiar: Suflé III.

    Viendo que estaba sola cuando he salido de la habitación, he aprovechado para volver a Soluciones Embotelladas a usar el taller de pociones y he estado todo el día trabajando. He ganado bastante bien por las pociones de Antiplaga que me ha dado tiempo a hacer. He tratado de avisar al señor Tander de que él debería seguir haciendo más pociones de este tipo, que hay muchos no-muertos cerca últimamente y que las gentes de Punta Arena las van a necesitar cuando el padre Tobyn no de abasto de tanto curar. Pero él me ha dicho que se venden mejor los Elixires de Vida, así que no creo que me haga caso. Además, me he callado, porque creo que empiezo a parecer una loca que va hablando del fin del mundo. Él sabrá. A mí me ha gustado mucho pasar el día entre fórmulas, cacharros y productos químicos. Un poco de normalidad al fin.

    A Henry y a Volgo les he visto bastante más tarde, casi a la noche, cuando hemos vuelto al Dragón Oxidado.

    El druida, mientras dormíamos, ha ido a hablar con Brodart. No sé por qué no me ha avisado de que vaya, con lo que sabe que me gusta hablar con ella. Nos ha contado que han estado hablando del ritual siédrico y que lo han relacionado con el pecado de la avaricia, aunque no saben para qué se está haciendo ni quién puede estar detrás, más allá de que sabemos que Aldern estaba involucrado y parece que una tal Xanesha da las órdenes. Y no, Brodart nunca ha oído hablar de ella. También han estado hablando bastante de los ghoul, los ghast y cómo diferenciarlos y Henry es ya casi un experto tanto en teoría como en la práctica del rematarles. Ha aprovechado también para preguntarle por Magnimar para que le cuente cosas que nos viene bien saber y le ha dicho que tratemos de evitar el barrio que hay bajo el puente, que son ruinas de una civilización y es un lugar sin ley.

    Volgo ha ido a hablar con Cicuta para ponerle al día de todo y lo ha encontrado en el Ciervo Blanco, así que allí han estado un buen rato. Después ha ido al Morral del Gordo para preguntar por Truston Lerton y siguen sin saber nada de él, ni del Carnicero ni de ningún nombre de esa banda... Mienten. Volgo nos ha dicho que le ha recordado el dinero que puede hacer si nos ayuda a encontrarlos, pero aún así, nada. Al menos, nos ha dicho que le dan permiso para decir en el Perezoso Feliz que le conocemos a él, al Gordo, y que así lo tendremos más fácil. Resulta que el Perezoso Feliz, la taberna donde esperamos que vaya el Carnicero, está justo debajo del Puente, donde Brodart le ha dicho a Henry que no vaya. Ya estoy imaginando las mil y una formas en las que encontraremos de nuevo problemas. Después de eso, él ha ido a ver a Brodart también, aunque no ha coincidido con Henry. Nos ha dicho que han estado hablando un montón de cosas sobre la furia del bárbaro, cosas que nosotros no le preguntamos nunca y que le ha gustado mucho que la anciana le pregunte y poderle hablar y enseñar lo que sabe hacer. Me ha dejado pensativa ese comentario. Más de lo habitual, quiero decir.