El Auge de los Señores de las Runas_15 de Lamashan del 4707
Día del Sol, 15 de Lamashan del 4707
Con los cuerpos hechos trapos, hemos vuelto a la posada a desayunar. Las pocas personas que estaban despiertas a estas horas no nos quitaban ojo mientras pasábamos. Teníamos que estar llamando la atención bastante con nuestras pintas...
Mientras desayunábamos, he hablado con la camarera para poder entrarnos de más información de los barrios de Magnimar y me he sentido bastante estúpida: el resumen de la charla es que me ha aconsejado no ir al barrio de debajo del Puente...
Luego hemos seguido haciendo el idiota: hemos ido a la guardia, a entregar la cabeza de Truston Lerton (a la que ya se le empezaba a terminar el tiempo que podía estar conservada con mis sales atemporales) para que nos diesen las 70 piezas de oro que ponía en el cartel de "se busca". De ese cuartel nos han mandado a otro, de ese, a otro. Y todo ha sido por error nuestro, que nos hemos orientado mal con el mapa y hemos hecho un lío de Punta Arena por aquí, Magnimar por allá. En fin, al fin hemos dado con el lugar correcto al que le competen los asuntos de Punta Arena, se han quedado con la cabeza, nos han tratado de timar diciendo que la recompensa eran 50 piezas de oro, nos han firmado un papelito con la cuantía correcta y nos han dicho que volvamos a por el dinero en otro momento porque ahora no lo tienen.
De ahí hemos partido hacia el barrio Capital a buscar a alguien que de una vez pusiera la runa de potencia de la navaja de Aldern al espadón de Volgo. Unos rumores de preguntar aquí y allá nos han conducido hasta la tienda de Emil. El precio que nos han ofrecido ha sido mucho más asequible así que hemos dejado allí el arma y hemos confiado en que no se van a equivocar al hacer el cambio. Volveremos mañana a por ella.
Y después de esto, hemos vuelto a las andadas de hacer un plan sin fisuras en el que todo podía salir mal: hemos ido a la zona de los Cuchillos (ya, la camarera me ha dicho que no lo haga), Volgo y Henry se han metido en un callejón, yo me he puesto a llamar la atención de algunos Cuchillos, Henry y Volgo los han metido para el callejón y ahí les hemos dejado inconscientes y amordazados. He cogido un poco de su pelo y he hecho elixires de la infiltradora para los tres. Con esos elixires hemos ido hasta el Perezoso Feliz, nos los hemos tomado antes de entrar (aún no sé cuánto dura el efecto) y hemos entrado a tomarnos algo con las pintas de esos tres Cuchillos. Así hemos podido enterarnos de que no son bien recibidos y que solo van allí cuando les mandan algún reto para entrar en la banda o conseguir algo dentro de ella. También hemos podido enterarnos de que, probablemente, el líder de la banda se llama Trak, porque es el que manda a los novatos a hacer cosas como meterse en una taberna donde todo el mundo les odia. A los pocos minutos, calculo que unos 10, hemos empezado a notar retortijones importantes y les he avisado de que esa era la indicación de que teníamos que irnos porque se iba a pasar el efecto de la transformación. Hemos podido irnos sin ningún altercado y, una vez fuera, hemos recobrado nuestra apariencia. Henry y Volgo me han dicho que está bien que el elixir avise de cuándo va a pasarse el efecto, pero que hacerse caca quizás no es lo mejor. Creo que tienen razón, tengo que pulir esta sustancia alquímica.
Pero bueno, volviendo a los sucesos, tras recuperar nuestra forma, hemos vuelto a entrar a la taberna y nos hemos sentado en la barra a hablar con la dueña. Volgo por fin le ha dicho que conocemos al Gordo y la dueña le ha dicho que si teníamos algún mensaje de su parte. A saber si se traen entre manos algo estos dos también. Después de estar un buen rato hablando con ella, me ha dado por preguntarle el nombre, ella ha contestado que se llama Yena, Volgo, con todo su descaro le ha dicho "Yena hasta arriba" y se ha empezado a oír un intercambio de monedas encubierto por risas mal disimuladas (otra apuesta llena de testosterona). Mientras charlábamos, Henry se ha dado cuenta de que hay un hombre con pinta de ladrón profesional o montaraz que lleva toda la noche sentado en una esquina de la taberna desde donde tiene capacidad de ver todo lo que pasa, al que le rellenan la jarra de vez en cuando pese a que él no le da ni un trago. Hemos conseguido enterarnos de que este hombre se reunió aquí con Lyrie Akenja (no nos han dado el nombre, pero la descripción encajaba perfectamente). Parece ser que se vino derechita para Magnimar después de huir de nosotros de la fortaleza goblin de Nualia en Cima del Cardo). Volgo ha tratado de sacar más información a Yena, pero creo que ha llegado un momento en el que se ha enfadado y ha dicho que ella no vendería a nadie.
Al ver que el montaraz misterioso se levantaba, dejaba una buena cantidad de oros en la barra que nadie ha tocado y se iba, hemos decidido irnos a investigarle y Henry ha conseguido encontrar su casa ¡porque ha ido volando transformado en murciélago!! Cómo mola...
Ya se nos ha ido otra vez la noche. Estamos con los ritmos circadianos trastocaditos. A ver qué tal dormimos hoy, que la lista de tareas no me cabe ya en ningún lado y siento que me va a explotar la cabeza de almacenar tanta información inconexa.
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