Rebeldes del Infierno - 28 de Arodus del 4715

 28 de Arodus del 4715

    Pues hemos llegado a Kintargo casi terminando Arodus. Hemos estado fuera casi un mes entero. Y no se me ha hecho muy largo el viaje. He ido muy entretenida. He aprendido conjuros nuevos, Peluche también, he aprendido a curar mejor y así poder ser de más ayuda a mis compis...

    Lo primero que hemos hecho es ir al Café de Laria y nos ha recibido con los brazos abiertos diciendo que nos había llegado un mensaje. El paquete venía acompañado de una nota en la que ponía Para mis liberadores. Ays, qué sensación más genial. Me he guardado la nota, me hace sentir muy bien. ¡Ah! Y el regalo ha sido ni más ni menos que ¡¡¡¡UNA ALFOMBRA VOLADORA!!!! Este Zoruman... Es el mejor yani del mundo mundial.

    He ido a preguntar en cuanto he podido si el baile de máscaras ha sido ya y me han dicho que aún no, pero que debe quedar poco. Menos mal... No quiero perderme esa encerrona por nada del mundo.

    Después de eso he ido a investigar a los que le hicieron bullying a Rudy cuando estaba en la escuela de magia. Me he podido enterar de que fueron varios, pero eran dos los que lo dirigían todo: uno al que ya visité (que me han contado que está muerto. Vaya, debe ser que no tenía atención médica en casa, porque le eché un mini soplito casi nada venenoso... En fin, tanto dinero, pero no para lo bueno) y el otro el hijo de la familia Grainthard. Es un chico llamado Larry que, por lo visto, cojea de la pierna izquierda y tiene el pie visiblemente más pequeño. Qué curioso... Justo al contrario que su amigo. Iré a hacerle una visita también.

    A mediodía, nos hemos juntado para comer y charlar, como otras veces:

    Yaki nos ha contado que le han contratado para nada más y nada menos que ¡¡ser cocinero en el catering del baile!! Le ha contratado una empresa que se llama La Rana Responsable (qué monada, por favor) y está tan contento. A mí me gustaría ayudarle, pero se lo está pensando. Entiendo que no quiera correr riesgos de quedar mal por llevarme a mí.

    Rudy ha estado de visita en casa de su madre. Cuando nos ha contado lo que ha hablado con ella, nos hemos quedado alucinados... Por lo visto, cuando Rudy le ha presentado a su nuevo acompañante leshi, a ella le ha sorprendido mucho que Arbuelillo no estuviese ya y le ha preguntado si antes de irse le ha contado algo raro. Rudy le ha dicho que no, claro. Ella se ha quedado como pensativa y le ha dicho que si Cebogino le dijera algo, se lo diga enseguida.

Nuestro amigo nos ha dicho que, después de la visita, le ha sobrado tiempo y ha podido terminar lo que nos estaba preparando de camino a Kintargo: unos guantes-escudo para Yaki; un collar para mí, con un dragón faérico pequeñito con el que puedo dejar que Peluche se aleje durante cinco minutos de mi lado; y, para él, un anillo para guardar conjuros y unos guantes para escalar. Es todo un artista y un genio. Hace cosas súper chulas, súper bonitas y requeteútiles.

    Como se ha quedado toda la tarde por delante después de esto, he decidido ir a ver a Larry. Me he hecho la boba y me he chocado contra él por la calle. Le he liado y al final hemos ido juntos a ver carreras de centauros y a cenar. Nunca había estado en carreras así, me ha parecido un pasote de los gordos. Y Larry y yo, pese a nuestras suspicacias y todo eso, nos hemos llevado bien. Aunque no me ha contado nada... Y eso que he intentado por todos los medios saber cosas, pero cuando parecía que iba a contarme algo de lo que le pasó en la escuela, se ponía súper serio y nada. Así que me he vuelto a la guarida sin la información que quería, pero con una sonrisa y la barriga llena.

¿Es raro que me haya caído bien alguien que sé que no es bueno? ¿O es que sí lo es pero se equivocó en el pasado? ¿¡¡Y qué narices le pasa en la pierna!!? 

    Mañana veré, que hoy ya está bien de tanto trajín. 

 

Imagen de @treestumped