El Auge de los Señores de las Runas_19 de Lamashan del 4707

 Día del Juramento, 19 de Lamashan del 4707

    Hemos ido para el Aserradero de los Siete Hermanos. Esto podría contarlo rápido o tomarme un tiempo para darle todo lujo de detalles. Sinceramente, ahora estoy cansada. Así que procederé a resumirlo todo en que allí, en el aserradero, tienen una secta de Norgorber montada, donde hacen las cosas que los asociados a esta secta hacen: destripan, machacan y desgarran cuerpos inocentes y se fabrican máscaras de piel humana que usan para luchar aterrorizando a sus rivales. Nosotros nos hemos conseguido imponer y mediante golpes de espada, bombas de fuego alquímico y de desolación y rayos de escarcha (y unas cuantas buenas curas) hemos acabado con ellos.
    Rebuscando en la sala en la que hemos combatido, he encontrado y guardado tres túnicas para poder pasar desapercibidos llegado el momento, pero, por ahora, no las hemos usado. Hemos ido combatiendo contra todos los que nos hemos cruzado y cogiendo lo que encontrábamos de valor. Por desgracia, ni en esa sala ni en ninguna hemos podido encontrar papeles que inculpen a nadie o que demuestren algo. Únicamente, en la última sala, hemos encontrado material que puede ser de interés: un libro que se llama Los Syrpentinos Tane: cuentos de hadas de los primogénitos, escrito en varias lenguas y algunas de ellas no las entiendo (y eso que hablo  cinco idiomas con fluidez y estoy aprendiendo thassiloniano); unos manuscritos sobre alquymea, escritos por algún fanático; y un libro con cuentas. Lo hemos guardado para investigarlos (excepto los manuscritos de alquymea, que los he quemado para impedir que se propaguen tales magufadas) y también, con la esperanza de que algo de todo lo que hay escrito resulte esclarecedor y sirva para demostrar lo que aquí ha estado ocurriendo y así poder pedir ayuda a las autoridades y tratar de reducir a esta secta y a todo lo que la rodea (que me da que es mucho). Ah, bueno, también hemos encontrado tres diamantes, pociones de piel robliza, piezas de plata y un decantador de cristal con tapa de obsidiana. Algunos nos vendrán bien para el combate y otros para venderlos y comprarnos objetos para ir mejor equipados.
    Me he ido bastante preocupada y triste de este sitio:
    Para empezar, ha sido horrible pensar en lo que tenían allí montado y lo que le habrán hecho a pobres personas inocentes. Además, que parecían regodearse en lo que hacían y disfrutar llevando esas máscaras asquerosas y horrorosas de piel humana.
    Para seguir, ha sido muy desconcertante ver cómo estaban alienados con la causa que seguían y ha sido imposible hablar con ellos (yo no lo he intentado, pero Henry un poco y Volgo bastante). Los único con los que parecía que había opción de hablar han sido los últimos que hemos encontrado, que parecían estar más arriba en la pirámide de la organización y tener más información, pero nada, ha sido imposible hablar con ellos o sacarles algún dato útil. De hecho, parecía que había un efecto mágico sobre ellos, como si estuviesen poseídos o controlados de algún modo.
Por cierto, hablando de control, con el cansancio casi se me olvida mencionar que este último combate ha sido una locura absoluta: nada más abrir la puerta, uno de ellos (que era sorprendentemente guapo) le ha dicho a Volgo "ve a reunirte con ella junto a la posada en la que te hospedas y no habrá que pelear" y Volgo se ha dado media vuelta y se ha ido dejándonos a Henry y a mí luchando a solas (luego eso no se lo echará Henry en cara como hace conmigo... Entre ellos, se permiten todo, pero sigo, que pierdo el hilo) para volver cuando ya habíamos acabado el combate. Ha sido un combate muy difícil, al fin y al cabo, no somos los peleadores expertos, pero nos hemos apañado con el favor que la Naturaleza ha puesto en Henry y con mis inventos (pese a que hemos caído los dos, por suerte, de forma suficientemente coordinada como para curarnos y salvarnos el uno al otro). 
    Y, por último, lo más triste es que nos hemos peleado. Pero de verdad, no como cuando estoy harta de tanta testosterona y estupideces o como cuando no creen en mi lógica y mis investigaciones. Ha sido algo bastante tenso... Resulta, que cuando Volgo ha vuelto y hemos hablado con el que quedaba con vida, sí que nos ha dado algo de información: nos ha dicho que los jueves es el día de ritual, que el líder era Brazo Hierro, uno de los elfos guapos a los que hemos matado, y que era juez aquí en Magnimar; y también nos ha dicho que los Dedalera han sido de la secta de Norgorber de toda la vida, de hecho, Vorel fue uno de los fundadores. Y ya está. Ya no nos contaba más nada. Es buena información, pero tampoco nos acaba de decir nada que no pudiéramos haber averiguado nosotros leyendo un poco más y hablando con alguna persona más. El conflicto ha venido cuando Henry ha dicho que lo soltáramos. Volgo le tenía agarrado y yo le apuntaba con el arco. Uff, no sé ni cómo contar esto. Ha sido muy muy muy tenso todo. El hombre ha empezado a llorar, a pedir clemencia, a rogar por su vida... Y Volgo, que hace siempre caso a Henry, le ha soltado y se ha metido de nuevo al aserradero súper enfadado. Henry ha entrado también, pero le he escuchado que se ha quedado abajo. Y yo... Pues he respetado la decisión de ambos y he bajado el arco. Eso sí, como le vea por Magnimar, le mataré. Se lo he avisado, que se vaya de la ciudad y no vuelva. Avisado queda.
    He pasado un rato dibujando su cara en un papel, para que no se me olvide ni un detalle (y asegurarme de que no me cargo a un inocente si veo a alguien que se parece a él por la ciudad). Me he quitado las botas y he metido los pies en el río. Cuando he terminado de dibujar, me he quedado quieta, respirando con los ojos cerrados sintiendo la corriente en las piernas. Me ha venido muy bien para despejarme.
    Y nada más. Ahora estoy haciendo guardia arriba en la torre junto a los cuervos mensajeros que tienen aquí arriba (al principio reconozco que estaba aterrorizada por estar cerca de ellos, no se me va el miedo que sentí cuando me atacaron en la mansión de los Dedalera a las afueras de Punta Arena). Estamos esperando por si queda alguien de la secta por venir al aserradero al ritual que se supone que tiene lugar todos los días del Juramento. Nos hemos vuelto a juntar después de que les haya curado a uno y a otro, pero aquí siguen en silencio, sin compartir ni una palabra y Volgo sin hacer ni un gruñido. Qué extraño todo. Voy a echarle un ojo a Los Syrpentinos Tane mientras hago guardia a ver si entiendo algo más, aunque me da que tendré que preguntar a Brodart. Lo único que sé por el momento es que el libro presenta relatos sobre los Tane, los más temidos de entre un infame grupo de hadas conocido como los Retorcidos, titanes de guerra y locura soñados y tejidos por los Primogénitos. Se dice que ver a un Tane es una experiencia terrible, y las historias hablan de ocasiones en que llegan por accidente a tierras mortales, donde asolan reinos creando tormentas de fuego, aplastando castillos a pisotones, y devorando dragones. Es de estas cosas que no sé si quiero ver o no. ¿Cuántas veces me pondrá mi curiosidad en peligro?

Comentarios

Entradas populares de este blog

Rebeldes del Infierno - 25 de Lamashan del 4715

Sobre mí ^^·

28 de Tarsakh de 1491_Los secretos de Atlantia