Rebeldes del Infierno - 30 de Rova del 4715

 30 de Rova del 4715

    A veces no sé si el tiempo pasa rápido en este lugar o extremadamente despacio. Estamos ya a finales de mes. Llevo poco más de tres meses en esta ciudad y alrededores y hemos hecho infinidad de cosas y conocido a casi más personas de las que conforman mi familia. Por un lado, se me pasa el tiempo volando, pero cuando pienso en todo lo que hemos conseguido hacer creo que es mucho más de lo que cualquiera podría estimar en este tiempo tan corto. Ays. Me pongo profunda. En fin.
    Hoy hemos decidido volver a la Catedral. Aunque estamos cansadísimos, hemos recargado conjuros y afilado las armas y hemos estado de acuerdo en que no era sensato dejar pasar más tiempo mientras el ritual siguiera en pie.
    Hemos vuelto a pasar por la puerta principal, la que no te manda al Infierno si pretendes cruzar, pero nos hemos dividido en dos grupos: Rudy, Peluche y el equipo de Octavio y los suyos han ido a por los sacerdotes que aún estaban dale que te pego a los cánticos y Yaki y yo hemos ido montados en Alfonsobrilla para eliminar cualquier enemigo extra que pudiese aparecer y dificultar la tarea a nuestros amigos.
    Nada más entrar, a toda mecha, por cierto, hemos dado con dos osyluth y hemos acabado con uno de ellos desde nuestra alfombra con el filo de Yaki y la luz abrasadora de mis rayos. El otro, cambiando de dirección, nos ha indicado dónde teníamos que ir para seguir luchando contra ese bicho y así también acompañar en la lucha principal a nuestros amigos.
    Hemos encontrado a Rudy lanzando rayos encadenados, uno tras otro, moviéndose con gran destreza, con gran seguridad y con fiereza. Peluche apoyaba el combate mordiendo y arrancando extremidades y alguna cabeza aquí y allá. Cuando nos ha visto aparecer, Rudy me ha animado a que tratase de lanzar el mismo conjuro que él, que estaba seguro de que yo también sabía hacerlo y, para mi sorpresa, así ha sido: he alargado un brazo hacia varios sacerdotes y de mis dedos ha salido despedido un rayo que ha acabado brincando y fulminando con su electricidad a cinco de los sectarios e hiriendo a la Jardinera. La verdad, eso ha hecho que me viniera arriba.
    Ha aparecido también un gelugon, cosa que yo no había visto en mi vida, y uno de los rayos que he lanzado le ha rebotado también a él. Pedazo conjurote.
    Cebogino ha salido de su habitual escondite y se ha puesto a flanquear a los enemigos con los que estaba luchando Peluche y así ayudarle. El leshi, que sabe mucho más de lo que nos demuestra, ha invocado un constructo que ha andado destruyendo al personal con sus patas sacacorchos y sus taladros y ha acabado con el osyluth que quedaba en pie. Rudy nos ha contado luego que llama a esa creación Toritobravo, pero que en los manuales de artesanos de constructos aparece como Digwidget. Una siempre puede aprender algo nuevo, fíjate. Bueno, que me voy del hilo.
    Peluche se ha movido de objetivo y ha ido a por la Jardinera aprovechando que estaba concentrada conjurando algo que le requería unos instantes, pero la señora sabía lo que se hacía y le ha lanzado a mi eidolón un pedazo de relámpago, aunque él lo ha evitado casi por completo. Él no se ha amedrentado y ha seguido la carga hacia ella y yo, viendo lo que se proponía, le he apoyado desde la distancia y, en un ataque perfectamente sincronizado, hemos acabado con ella. Inmediatamente después, hemos acabado con el gelugon que iba a vengar a la conjuradora. Los mordiscos de Peluche y mis fríos rayos son invencibles.
    Con todos los sacerdotes y enemigos de esa sala derrotados, hemos ido a buscar a Octavio. Nos ha informado de que él y su equipo han acabado contra otros cinco sacerdotes. Es decir, ya no quedaban sacerdotes. Habíamos acabado con el ritual. Ya sí que sí. Mirando hacia arriba, hemos visto cómo el portal comenzaba a cerrarse, las sonrisas de los diablos se esfumaban y la amenaza desaparecía. Bueno, esa amenaza. Quedaba aún Barzillai Thrune.
    Además, de repente, Rudy ha empezado a quedar paralizado por un efecto del conjuro que le había lanzado la Jardinera y hemos tenido que esperar a que los Cuervos que estaban fuera de la Catedral me respondieran a un mensaje que he mandado con mi estatuilla con forma de cuervo explicando lo ocurrido y pidiendo ayuda para que viniese Hetamon con sus dotes de clérigo o con una poción de desparalizar para curar a nuestro amigo.
    Hemos aprovechado para curarnos a nosotros mismos y descansar, aunque Yaki estaba bastante nervioso e inquieto y, cuando se pone así, le entra hambre. Total, que se ha ido a buscar la cocina a ver si se podía hacer un sándwich. Y ha llegado al púlpito de Amodeus. Allí había una criatura aguardando en la oscuridad y le ha atacado. Cuando Yaki ha venido a contárnoslo a Peluche y a mí, les he dicho que fueran ellos dos, que yo me quedaba guardando el cuerpo paralizado de Rudy. A la vuelta, me han contado más sobre lo que había allí y les he advertido que ese conjuro de oscuridad es muy potente, tan potente que solamente ha podido ser lanzado por alguien que viva en Erebus, el tercer círculo del Infierno, y, por supuesto, que sea adorador de Asmodeus.
    Tras esto, el guerrero se ha vuelto a ir en busca de su sándwich y ha dado con otra sala llena de golems. Peluche no podía pasar hasta él para ayudarle en el combate, y me ha avisado telepáticamente para que acudiese yo en su ayuda. Así que nos hemos cambiado los puestos y Peluche ha pasado a guardar el cuerpo de Rudy y yo he peleado junto a Yaki. He tratado de acabar con ellos usando Arco eléctrico, porque no quería invertir mis conjuros en esos bichos, pero no ha surtido efecto. Menos mal que mi martillo ganchudo sí que les ha dado pero bien, bueno, todo lo bien que mis bracitos de espagueti han permitido. Y, por supuesto, el trifrost de Yaki ha hecho todo lo demás. Nos hemos quedado allí para que Yaki me curara porque me habían cortado la lengua los muy asquerosos y hemos ido por fin a la cocina.
    Tras conseguir el ansiado bocadillo, hemos vuelto junto a Rudy y Peluche. Ha llegado un cuervo diciendo que Hetamon llegaría en una hora y así ha sido. En esa hora me ha dado tiempo a tomar todas estas notas. Con total destreza y consecuencias exitosas, ha sanado por completo a nuestro compi y hemos podido seguir explorando el lugar.
    ¿Y qué ha sido lo primero que hemos hecho cuando hemos estado todos repuestos? ¡Pues ir a la tienda de regalos! Pero el señor ya no estaba :( Le he dejado una nota "Señor, me he quedado con ganas de ver su tienda y de conocerle. Por favor, si usted tiene interés en tener una charlita coloquial, podemos quedar el 07 de Neth en el Puente de la Desolación para tomar una taza de té de menta. Besos, Brisa". Me ha quedado encantadoramente formal a la par que cuca. Jijiji.
    Después, hemos llegado a una hermosa biblioteca. Puede que la más bonica que haya visto en mi vida, bueno, la segunda más bonita, porque las que me enseñaron hace unas décadas las azatas que conocí... En fin, eso es casi de otra vida. Lo malo es que no hemos podido mirar las cosas a gustico, porque había una phistophilus llamada Nezramerrian, pero bueno, la he mandado a su plano rapidito con un poderoso Rayo Lunático.
Yo creo que no quería atacarnos. Que era una mandá. Y que se aburría. Es muy malo eso de aburrirse, menos mal que yo casi nunca me aburro. Aunque lo que sí que me pasa es que me quedo con la curiosidad sobre muchos misterios sin resolver como por ejemplo qué narices hacía la phistophilus en la biblio. Hum. Jo.
    En la sala donde preparan las homilías no había na de na. Ni una sotana para pasearme elegante he podido coger. Así que hemos seguido.
    Lo mismo ha pasado cuando nos hemos encontrado con un despacho llenito de papeles. Ninguno que hayamos considerado útil. Ni siquiera hemos sabido de quién era el lugar o quién solía usarlo.
    Luego nos hemos encontrado con una escena grotesca: una sala llena con muchísimo personal de servicio degollado. Cerquita de ahí, un taller de tortura de los inquisidores en el que no hemos querido ni entretenernos en mirar. En las celdas cercanas solo hemos encontrado avispas asmodeanas (no las recomiendo ni en documentales) que nos han atacado en cuanto he abierto la celda. Pero bueno, no me siento culpable de haberlo hecho, tenía que confirmar que no quedaba nadie allí a quien salvar o que sí quedaba y sacarlo de ese lugar.
    En ese punto, además de estar un poco hartos de tanto buscar pa na y cansados física y mentalmente, por lo que sea, íbamos bastante nerviosos porque, al menos a mí me lo parecía, Thrune estaba jugando con nosotros al escondite. Porque el tipo no aparecía por ningún lado ni venía tras nosotros. Y no es que estuviésemos siendo los más sigilosos de todos los planos.
    Menos mal que somos un equipo y hemos podido seguir medianamente bien.
   Una vez llegados a la cámara de conjuración, por fin, hemos podido hacer algo. Rudy pilota del tema y nos ha podido contar cosas. Nos ha dicho que en el atril había marcas de un libro quemado, pero no porque hayan quemado un libro, sino porque ese libro tiene fuego propio y se llama El Diabólico Libro de los Malditos. Lo ha sabido porque las marcas de las quemaduras dejan unos patrones característicos. Estas cosas no sé si se las enseña Cebogino o las ha aprendido en la Academia, pero me dan ganas de ponerme a mí a estudiar, a mis años jajajaja. Bueno, el caso es que el manual que estuvo ahí es uno de los tres libros legendarios recopilados por el ángel Tabris, junto a La Crónica de los Justos y La Concordancia de los Rivales. Se dice que contienen todo el conocimiento que existe. Y yo los quiero. Los quiero mucho muchooooooooooooooooo. Ujum. Lo malo es que las almas se quedan adheridas a sus páginas. Mal rollito. Porque... ¿Eso se despega? ¿Dónde estará el libro y quién lo tendrá?
    Como no podíamos hacer gran cosa más allí, nos hemos ido hacia el otro motor para desactivarlo. En ese punto no le teníamos miedo a las erinias. Pero, cuando hemos llegado  a la carga dispuestos a no darles un respiro en el combate, las señoras aladas no estaban. Más fácil. El sitio estaba lleno de pergaminos que no entendíamos. Así que ya tenemos trabajo para Rexus. Me encanta darle trabajo. Estamos metidos en esto por su culpa y el tipo no mueve un dedo. Pues que traduzca. Uy, qué agresividad más tonta me ha entrado.
    En el lugar, también había pinturas inmeeeensas de los archidiablos que dominan cada círculo del Infierno. Sin darme cuenta, me he encontrado a mí misma mirando las pinturas, sin poder quitar los ojos, como si las pinturas me absorbieran y no me dejaran apartar la mirada y, por un momento, me he disociado y sentía allí mi cuerpo, pero también me sentía como si estuviese con mis abuelos, los novios de mi abuela, mis tíos abuelos obligándome a ir a sus cumples, comer tarta casera y soplar las velas... Espeluznante. Peluche ha desaparecido y creo que yo he llegado a morir. Pero Rudy no lo ha permitido. Se ha acercado a mí, me ha echado su aliento de vida rescatándome de los mortales brazos de Asmodeus y he podido volver en mí y controlarme. Después, ha invocado una mano de mago que ha ido quemando todos los murales. Entre tanto, Yaki nos ha curado, porque ellos también han recibido daño por a saber qué cosa que hayan visto al contemplar las pinturas. Y nos preocupaban las erinias. Si lo llegamos a saber... Jope.
    Cuando hemos llegado junto al motor, hemos visto a un rakshasa atrapado y debilitado en su interior, siendo el alimento energético para el motor. Inmediatamente, he convocado a Peluche para que lo matase, pero Rudy ha tratado de impedirlo. Se ha opuesto fervientemente y me ha recriminado que no tengo ni idea de lo que hago, que el rakshasa no iba a hacer daño a nadie y que no había por qué matarlo. El rakshasa se ha metido en la conversación, como no, y ha dicho que estaba harto de matar y de dañar y que no quería hacer más nada en esta vida, que solo quería reencarnarse para vengarse de lo que le habían hecho sus captores y Asmodeus. Rudy ha seguido tratando de impedir que le hiciéramos daño, pero yo le he dicho a Peluche que le matase y el eidolón le ha arrancado el corazón de un solo golpe. Rudy se ha dado la vuelta y se ha ido enfadado farfullando que estoy equivocada y que no entiendo nada. La verdad es que no entiendo por qué se ha opuesto tanto a esto. Con la cantidad de malos que hemos matado ya. Y malos naturalmente menos malos que una criatura de estas. ¿Conocerá Rudy a algún rakshasa no malo? No... No puede ser.
    Yaki, que estaba esperando sin intervenir, se ha acercado para borrar el círculo rúnico e impedir así que pudiesen usarlo de nuevo y juntos hemos seguido a Rudy. Me he quedado con ganas de saber qué pensaba Yaki. Estas situaciones me dan mucha pena. Entiendo que no tengan ni idea de qué edad tengo ni de todo lo que he vivido, pero un rakshasa es y será siempre un espíritu malvado con piel de humanoide guaperas que dedicará su vida a hacer realidad todas las atrocidades que son tabú para la gente de a pie, es decir, que no va a dejar de hacer cosas terriblemente malignas solo porque esté débil y enfadado con sus captores. Una vez que se vengue de sus captores, su motivación seguirá siendo dañar a otros. Y no lo voy a permitir. Además, siguiendo las palabras que ha dicho el rakshasa, realmente Peluche y yo hemos seguido su voluntad: para que se pueda reencarnar y vengar, primero tiene que pasar a otra vida, ¿no?
    En fin.
   En la siguiente sala hemos encontrado algo meeeega turbio. Vitrinas con partes de cuerpos de diferentes gentes importantes por famosas o influyentes: la mandíbula del primer Alto sacerdote de Asmodeus en Kintargo, el medio diablo Algier Mandraxaid; en otra, los ojos de Meyilo Tanessen junto con el letrero "ventana hacia Erebus"; las manos y el cerebro de la sacerdotisa que construyó los motores infernales en el 4649; y un brazo izquierdo con un anillo de oro y zafiros con el sello de Aroden, el dios de la Humanidad. Cuando acabemos con Barzillai avisaremos para que Hetamon vuelva y pueda mirarlo todo con calma. A ver si saca algo en claro. Porque a mí el escalofrío que me sube por todo el cuerpo me pide destruir todo esto, pero, por otro lado, quiero estudiarlo para saber más y esas cosas... Jo, sobretodo el anillo me da una curiosidad...
    Después de esto hemos llegado a otra sala. A LA SALA. En la puerta ponía "Cámara del Tesoro". ¡¡UUUUUUUUUHHHHHHHHHHHHAAAAAAAAAAAAHHHHHH!! Cuando hemos pasado hemos tenido que combatir contra un niño brillante que era el guardián. Era una criatura extraplanar a la que hemos derrotado y mandado a su casita, pero eso ha sido tras mucho esfuerzo y con la secuela de que ha dejado ciego a nuestro querido guerrero Yaki. Yaki decía que no tenía miedo, pero ya lo tenía yo por él. Y pena. Pobre. La respuesta a esto de nuevo ha sido Hetamon. No he dudado en llamarle y pedirle que le quitara la ceguera. Yo, la verdad, no conozco a más clérigos buenos que a este tiefling, y a veces temo estarle pidiendo demasiado, pero, al menos por el momento, casi todo lo que le hemos pedido ha podido hacerlo. De curitas y de ropitas. Es muy majo.
    Mientras hemos esperado a que viniese nuestro curandero hemos arramblado con todo lo que había: bastantes oros, en definitiva. Y hemos devuelto al lugar al que pertenecen varios de los altares que hemos encontrado allí.
    Y nada, todos curados y en pie, hemos podido marchar del lugar e ir de nuevo a nuestro refugio.

    Así que aquí estamos, descansando para volver mañana y luchar contra Barzillai Thrune. El tipo no ha dado la cara. Qué cosas. Qué habrá estado haciendo...

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