El Auge de los Señores de las Runas_11 de Kuzhona del 4707
Día de la Labor, 11 de Kuzhona del 4707
Como era de esperar, anoche me interrumpieron mientras trabajaba. Por lo visto, tenemos que prepararnos para irnos a Magnimar de nuevo YA.
No he querido partir sin preguntarle a Brodart ciertas cosas y explicar algunas otras, así que hoy por la mañana le he pedido a Henry que avisáramos a Ameiko y fuésemos todos juntos a ver a la anciana.
Me he dedicado a resumirles los últimos acontecimientos tratando de transmitir la urgencia e importancia de que Punta Arena se preparen y de que anden ojo avizor porque aún no están a salvo.
El motivo por el que he querido que viniese Henry ha sido para que confirmarse todo lo que yo contase. La cuestión es que, aunque comparto con él un aire de seriedad, firmeza, decisión y afán por ayudar, él tiene algo de lo que yo no solo carezco sino que transmito lo opuesto: un aura de que todo lo que dice es verdad. Me vengo dando cuenta de que todo el mundo se afana en agradarle. Le hace caso sea quien sea. De hecho, según yo narraba nuestras vivencias y daba nombres de personas sospechosas, lugares en los que hemos estado y acciones que aconsejaba realizar, he percibido cómo ambas mujeres le miraban a él de reojo y, al ver su asentimiento, volvían a posar la mirada en mí. Bueno, somos un equipo al fin y al cabo.
Así que ha sido productivo.
Y poco más por hoy. Vamos a descansar porque mañana saldremos con la primera luz.
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