17 de Mirtul de 1491_Los secretos de Atlantia
17 de Mirtul de 1491
Querida Prilin:
Espero que Ruphay y tú os hayáis podido poner al día. Tenía previsto mandaros esta carta dentro de una decana, tras el viaje en barco que haremos para volver a Alwayssummer, pero como no sé qué tal se nos dará, preventivamente os mando la carta ya, desde el archipiélago de Korinn, y al menos podéis auxiliarnos en caso de necesidad.
Ya fuimos a ver al doctor Indiana Gnomes y marchamos con él a explorar las ruinas del templo Zann-Kar a cambio de obtener el nombre de la colección donde poder encontrar el volumen del que andamos detrás (o una copia de este). Por darle un poco de humor al asunto, empezaré diciendo que la visita a este templo no te la recomiendo. Le doy 5 estrellas en aventura, 4 en aprendizaje, 3 en Atlantia, 2 en diversión y 1 en comodidad. Siento que el doctor nos timó, pues nos dijo que ya había asistido él para visitar el templo, pero la verdad es que había explorado la primera sala nada más.
Allí, en la entrada y la primera estancia, fue todo fenomenal, pero después, en la segunda sala, activamos una trampa que desencadenó un mecanismo que casi nos aplasta. Hicimos un despliegue increíble de nuestras habilidades, pues salimos de allí gracias a que Lindt supo guiarnos para entender los símbolos en las columnas que sostenían el lugar, que Draelin y yo desactivamos las trampas y que Yast nos ayudó a mantener la calma.
Después nos atacaron cuatro estatuas. Qué te voy a decir que no hayas vivido tú ya. Puedo añadirte el dato de que Indiana Gnomes manejaba el látigo de forma magistral, con tanta pericia que fue de gran ayuda.
Al terminar con todas esas “pruebas” llegamos al Sarcófago del Rey Atlante. Esto tengo que contártelo en persona cuando vuelva al pueblo. De momento, os puedo contar que, una vez abrimos el sarcófago, encontramos un esqueleto ataviado con ropajes galantes, como si fuesen las de un rey: llevaba algo parecido a una corona y alguna que otra joya cuyo brillo había perdido su intensidad, pero que denotaban gran valor. Pero lo más importante, sujetaba un disco de piedra en una mano y, a la altura de su cintura, en el lado derecho, había un compartimento secreto donde guardaba una cuenta de orichalcum. Me faltan las palabras para describirlo en condiciones. Lo malo es que Indiana Gnomes se esfumó (literalmente, con un conjuro de Forma Gaseosa) y se llevó el disco. Somos idiotas. Sí. Si me respondéis a la carta, no hace falta que me digáis lo que ya sé.
Al terminar con todo aquello volvimos a la isla de Ahoihoi para poder pedir a Nem que ayudara a la madre de Yast (teniendo en cuenta que estudiaba la transformación de los tipos de magia creímos que podría ayudar).
Resulta que tuvimos que hacer campamento de camino y allí tuve un curioso encuentro con Lindt mientras hacíamos guardia y no, no fue romántico ni sexual. Veréis, buscando leña me confesó que no confiaba en mí y me interrogó y, posteriormente, me demostró que los que no deberíamos confiar en él somos los demás: con la luna llena se transforma en bestia. Desperté al resto del grupo y conseguimos calmarle. Como somos todos unos insensatos con ansias de conocimiento y de cambio de aires esa situación que empezó como un problema nos ha unido más y nos dio pie a hablar de qué podemos esperar unos de otros. ¿Vosotras habéis oído hablar de harengon que se transformen en criaturas monstruosas?
Y, la verdad, esto que os voy a contar ahora me tiene muy preocupada... Pasó en el barco al llegar a la isla de Yast y me ha dejado muy confusa. La cuestión es que vi a mi sombra. La desaparecida. Puedes materializarse y hacer daño y hacerse etérea para evitar ser apresada. Puedes transformarse y dejar serios daños. Y puede transmitir una especie de marca que creo que tiene el objetivo de tenerme localizada. Pero como dice la maestra monje Dayanara: "quien te agarra está sujeto a ti", así que creo que yo puedo dar con ella también si tuviese la ayuda a mis compañeros. Pero no lo he hecho. No he pedido ayuda, aunque sé que reacciona a la luz arcana de Lindt. Reaccionó al menos una vez. Antes de huir. Perdonad si escribo tan inconexamente. Me cuesta asumir esto: no tengo sombra, me ha atacado, me ha dejado una marca y de alguna manera me está usando. ¿Qué hago? ¿Debería volver a casa?
Antes de pasar por casa de los padres de Yast fuimos a visitar a Bobbín Huesofuerte y nos encontramos a varios de la Llama Aurea dándole una paliza de muerte. Obviamente intervenimos y todo tuvo un final feliz, pero de verdad que me preocupa mucho la situación. Varios de ellos parecían luchadores físicos y arcanos bien dotados y creo que esto no ha hecho más que empezar. ¿Qué podéis contarme? Ayudadnos, por favor. Y vigilad bien a quien visite el pueblo: temo que usen cualquier estrategia deleznable para obtener lo que buscan.
En fin, por último os quiero contar que la salvación de la madre de Yast no fue tan bien como esperábamos. Si os habéis fijado he hablado de Nem en pasado; eso es porque falleció llevando a cabo el ritual. La madre de Yast se ha librado de la maldición a cambio de que sea su hijo el que la porte y de la vida del mago.
Le hicimos un funeral al estilo del pueblo en el que había perdido la vida y nos pusimos rumbo a la ciudad.
Nos espera un largo viaje… Al menos hemos salvado a la madre de Yast, contamos con un regalo que le ha hecho Bobbín Huesofuerte a Draelin (una ballesta hecha de un material especial al que se le llama Cicatriz Atlante) y ya tenemos el nombre de la biblioteca (sorpresa para nadie, es la de Alwayssummer, por eso vamos ooootra vez allí) y también tenemos el de la colección en el que está el tomo (colección Dunlop), dato que también nos dijo Bobbín. Espero que lleguemos sanos y salvos.
Tengo ganas de veros. Os mando besos y abrazos,
Qinaya.
P. D.: Decidle a mi madre que no me estoy saltando el segundo desayuno pase lo que pase.
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