Rebeldes del Infierno - 06 de Lamashan del 4715

 06 de Lamashan del 4715

    Bueno. Pues hoy ha sido uno de los días más terriblemente rollazo y soseras de mi vida: hemos ido al Infierno. Concretamente, hemos ido a la ciudad de Dis.

    Rudy y Yaki estaban ahí flipando, súper interesados y tal porque a ver, entiendo que la primera vez que bajas por esos lares pues llama la atención y eso, pero es que los diablos son taaaan tostón con sus papeleos, sus listas de espera y esas cosas...

    Nada más llegar, ya nos hemos topado con la secretaria de turno. Nos ha mandado a una sala octogonal con un techo abovedado muy bonita y todo lo que tú quieras, pero hemos estado HORAS allí esperando. Como yo me olía la tostada ya, le he dicho a la señora que no pensaba morirme esperando a Odexidie y que, si iba a morirme, al menos sería entretenida. Entonces me han invitado a una actividad que estaban realizando muy entretenidos ellos, y yo me he ilusionado por un momento pensando que estaría chachi, pero claro, se me ha pasado por alto que su diversión y la mía a veces no son lo mismo: estaban torturando a un hombre sacándole lentamente las costillas. Yo les he propuesto combatir (a ver si me los cargaba y podía ayudar al hombre a que se fuese), pero no ha colado. Luego les he pedido que me dejasen sacarle la costilla (mi intención era cargármelo rapidito porque mejor morirse que aguantar eso, obvio), pero tampoco me han dejado. Así que me he ido. Iuj. Qué escalofrío se me ha quedado.

    Le he preguntado si había otra manera de entretenerme y me ha traído un libro de la biblioteca personal de Odexidie y me ha servido mucho para repasar infernal (había palabras que hacía mogollón que no uso). Pero claro, era un libro sobre leyes. Así que me he aburrido pronto.

    Rudy estaba entretenido con sus cosas y me ha dado un yo-yo, pero a mí eso ya hace décadas que dejó de animarme (una pena) y Yaki, que se estaba pillando una buena cogorza, me ha invitado a beber con él. Le he dicho que a los gnomos nos sienta mal. Y me he quedado blanca blanca blanca. Es la primera vez que les digo algo sobre mi parte gnoma. Nos hemos quedado los tres unos segundos mirándonos y han seguido charlando como si nada. Creo que se han pensado que me lo he inventado y aún creen que soy una niña.

    En fin. TRAS ESPERAR NUEVE HORAS NI MÁS NI MENOS se ha dignado a venir Odexidie.

Nos ha tomado nota sobre nuestros nombres y aspiraciones Por supuesto, yo le he dicho que acabar con los malvados asmodeanos y su reinado absolutista y tal. Rudy, ha dicho que quiere ser lo suficientemente fuerte como para poder proteger a su familia y a sus amigos; y Yaki que seguirá probando y cocinando todos los animales y monstruos que se encuentre (aunque creo que le da repelús recordar cuando intentó comer kraken y entonces le vino la maldición de Tako etc etc etc...), porque aspira a que sus amigos comamos cosas deliciosas y MUY variadas para algún día poder contárselo a su hermano y cocinarle el mejor plato que haya probado en su vida.

    A él, a Odexidie, se nota que le mola su trabajo y nos ha contado con todo lujo de detalles (pero con todo todo todo, demasiado para mi pobre alma) lo que redactó en los contratos con Barzillai, Abrogail, las cláusulas ocultas, etc. El contrato tiene como objeto el rol y la gobernancia de Kintargo y de las tierras del interior. Ravunel no formaba parte de esto. No sé si me he enterado bien. Es que me da pereza todo esto.

    La historia tiene chicha: por lo visto, la casa Thrune necesita el visto bueno del lord-alcalde del lugar para poder desplegar un ejército para poder hacer todas las maldades que quieren peeeeeeeero Abrogail I, la madre de la de ahora, no confiaba del todo en la Iglesia de Asmodeus, así que dijo que en la región de Ravunel la Iglesia y Kelliax, si querían entrar o mandar, tenían que hacerlo con el permiso del lord-alcalde que nombrase la junta. Y se puso ella. Pero solo lo dijo. Se marcó una proclama y ya. Lo que pasa es que la pifió porque proclamar no es escribir, vamos, que no llegó a firmar nada porque nadie le dijo nunca que no, así que se ahorró los papeles y se quedó con la palabra (mira, en eso la entiendo, qué quieres que te diga).

    Así que bueno, hoy por hoy, si alguien fuese a invadir Kintargo, no significaría empezar una guerra porque no hay nadie puesto como mandamás. Así que tenemos que buscar alguien que mande, ponerlo en un papel con sello y todo y que ese alguien eche para atrás a los maleantes. Lo que pasa es que solo la Junta de Gobierno puede designar al lord que mande y está formada por los cabezas de las familia.... (redoble de tambores): Delronge, Mayhart, Solstein, Tanessen yyyyyyyy Del Valle al Pie de la Montaña. Sí, mi familia. Así que hay que buscarles. Y pedirles eso.

    A ver, otra opción es directamente ir a ver a Abrogail II y decirle que nombre a Jillia, pero no creo que saliese bien. Mejor vamos petición a petición con cada familia.

    Yaki ha tenido la buena idea de preguntarle antes de irnos si Barzillai tiene algún miedo grande o algún punto débil y Odexidie nos ha dicho que el miedo a la muerte, como todos los mortales. Por eso hizo tantas movidas para poder ser inmortal. Me recuerda al personaje de unos libros de fantasía... Hum... No me viene el nombre ahora.

¡Ah! Y sobre la Reina nos ha dicho que de momento tranquis, pero que en cuanto termine la Proclamación Gloriosa vendrá a Kintargo y tendremos que darnos de leches con ella. O agachar la cabeza.

    Ah, bueno, y una cosa que me ha hecho tener una sonrisa de oreja a oreja: le he dejado la cara loca a Odexidie porque, justo antes de irnos, me he girado y le he dicho que el contrato con el señor al que le arrancaban las costillas estaba mal hecho ya que al pobre hombre no le habían informado de la duración de la tortura.

    Y eso ha sido nuestro paso por el Infierno. Lo siento por Yaki y Rudy. Y me ha un poco de penilla por el Infierno. Se han llevado una visión parcial muy aburrida.

    Cuando nos hemos ido a marchar de vuelta, como Rudy no tenía ningún objeto de Kintargo con el que poder hacer el teleport y mandarnos de vuelta a casa, yo me he quitado la corona coronita que me hizo él y se la he dejado. Jijiji Ha estado curioso ver sus caras cuando hemos ido a parar al Ominoso Castillo del Archiducado de Ravunel de la familia Valle al Pie de la Montaña. Vamos. Que nos hemos desviado un pelín y hemos acabado en mi casa. O ex casa.

    Aunque me fui por lo que me fui y tengo muy malos recuerdos, llegar allí me ha hecho sentirme bien. El sol se estaba poniendo y había un atardecer de puro fuego precioso.