Rebeldes del Infierno - 22 de Lamashan del 4715

  22 de Lamashan del 4715

    En el desayuno nos ha dado tiempo a poner el culo en la silla y tomar dos bocados. Poco más. Porque el tiempo apremia.
    A lo que sí nos ha dado tiempo es a llamar a Shensen para pedirle que hiciese sus cosas de barda.  Ha llamado a Jackdow y se han ido a La Casa de la Ópera y se han puesto a tocar La canción de plata para levantarnos los ánimos y darnos fuerzas. La verdad es que se está portando como una heroína total. Después de todo lo que hemos visto, aún me emociono cuando veo a Shensen rasgar las cuerdas de su laúd y ver la luz que sale de ellas. Y la voz de Jackdow... Sin palabras. Las nubes seguían ahí, ocupando todo el cielo del barrio El Templo en la Colina, pero el ambiente era totalmente otro. Gracias a nuestras heroínas.
    Y bueno, la verdad es que el resto del día no ha ido como esperábamos, pero ha acabado como queríamos. Os cuento:
    No teníamos ni idea de qué pasaba con las nubes, las capullas estaban ahí y no se iban. Rudy se ha ido a casa viendo que dábamos a basto de sobra Yaki y yo para la operación sin igual "no enterarnos de nada". De hecho, nos hemos pateado medio Kintargo y nada.
    Cuando Rudy ha terminado de trabajar en su taller, ha vuelto a nuestro lado y nos ha regalado unos maravillosos pendientes que sirven para comunicarnos. Muy chulis. Son de diferentes colores según con quien se emparejen: el de Rudy y Yaki es ámbar; el de Rudy y mío, azul; y el que tengo con Yaki, rosa. Le hemos dicho a Rudy que no habíamos encontrado nada más por esa zona y nos hemos ido al distrito de Templo en la Colina.
Al llegar, hemos dado con una marabunta de gente MUY enfadada que luchaba contra nosotros. Bueno, no contra nosotros, sino contra unas copias bastante perfectas de nosotros. Llevaban todo el día por ahí causando destrozos y haciendo todas las cosas del catálogo de los malos. Ha tenido que estar graciosa nuestra cara cuando nos hemos mirado el uno al otro claramente sorprendidos. Desde luego, las caras de ellos lo estaba.
    He convocado a Peluche y le he pedido que sobrevolase a la gente para ver si podía ver hasta donde llegaba el grupo y, bueno, cualquier cosa que pudiese ver mejor él. Yaki se ha dado cuenta de que toda la masa estaba comandada por un hombre que les instigaba. Rudy se ha concentrado para ver si había magia en él y la había a raudales: magia muy poderosa que le hacía extremadamente carismático.
    Nos hemos preparado para el combate y le hemos pillado desprevenido. Yo he usado mis dotes de dragona a ver si conseguía desmoralizarle y hacer que se hiciese popó, pero no. El tipo ha aguantado como un campeón. Bueno, el tipo... Me ha dicho Rudy que era un Popobawa, un terrible espíritu maligno que, cuando ha descubierto su verdadera forma (dientes afilados, orejas gigantes puntiagudas y un solo ojo en el centro de la cara), ha hecho que todos temblasen. 

    Viendo que no podía hacer que se rindiese, le he lanzado un tremendo rayo de Lunita abrasadora. Excelente para los de su calaña. Va el tipo y se cura. Menuda cara se me ha quedado. Así que he ido a por todas y me he transformado en dragona preciosa. Yaki ha cargado su flamanza, Rudy ha convocado a torete y a un dragón tortuga y nos hemos puesto a combatir como sabemos. Aunque parecía duro al principio, ha acabado cayendo ante todos nosotros. Cuando Yaki le ha dado el golpe de gracia, el lamento de Barzillai se ha escuchado en todo el barrio. Se nos ha puesto la piel de gallina.
    Como era solo por la tarde y nosotros parece que tenemos energía infinita, hemos decidido volver al distrito del Castillo.
    Hemos alucinado viendo aparecer y desaparecer en un solar un edificio igualito a una presión. Hemos empezado a tener dolores de cabeza y a ponernos muy tristes, pero yo me he aguantado más. En cambio, los pobres Yaki y Rudy se sentían fatal, pero que fatal fatal fatal por cosas que han hecho en algún momento de su vida.
    Nos hemos quedado descansando allí y, al cabo de unas horas, ya entrada la noche, hemos visto aparecer de nuevo la visión de la prisión. Solo que esta vez no era solamente una visión. Se ha estabilizado y hemos podido entrar. Y hemos llegado al Infierno.
    Como Peluche y yo hemos estado por aquí más veces, hemos empezado a guiar a nuestros compañeros y les hemos animado a que no se posasen la mirada mucho tiempo en nada ni nadie: todo estaba lleno de instrumentos de tortura, fuego y lamentos.
    Cuando hemos conseguido encontrar la salida, hemos encontrado también una sala en la que estaba Barzillai torturando a alguien. Claramente era una manifestación, pero una muy realista y poderosa. Le he atravesado con un Rayo de Luna lunera quemadora antes de que él pudiese hacer nada. He conseguido disipar a ese Barzillai, pero Yaki y yo de repente hemos aparecido sujetos a potros de tortura bajo el control de otras copias de Barzillai. Gracias a Peluche y a Rudy hemos podido librarnos de esas ataduras y salir. Hemos encontrado a unos aldeanos que estaban allí atados y torturados y les hemos podido liberar de sus prisiones. Y menos mal porque las celdas en las que estaban eran el preludio de acabar definitivamente en manos de alguien del Infierno que no les habría soltado.
    Hemos salido definitivamente de ese lugar llevando con nosotros a todos los ciudadanos de Kintargo.
    Antes de marcharnos de allí, me he girado y he lanzado dos Explosiones lunares haciendo que reventase la prisión. BOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOM. Adiós. ¡WAHAHAHAHAHAHHAHAHA! De nuevo, Barzillai lamentándose. Me gusta hacer cosas buenas y explosivas.
    Mientras caminábamos de vuelta a la camita he tenido una visión donde podía observar un lugar subterráneo, pero estaba tan cansada que no he podido darle forma a la idea y no me he enterado de nada.
    Y bueno, ya en la camita puedo cerrar los ojos satisfecha de que hoy hemos puesto a salvo a los distritos del Templo en la colina y del Castillo.

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