30 de Tarsakh de 1491_Los secretos de Atlantia

  30 de Tarsakh de 1491

Querida Ruphay:

Tengo tanto que contarte... Siento haber tardado en escribirte. Sé que siempre digo que te escribiré en seguida y luego va pasando el tiempo y... En fin.

Verás, esta vez tengo algo más de excusa: conseguí formar parte del grupo de expedición al que te dije que iba a intentar entrar y estoy bien con ellos. Son tres (Draelin, Lindt y Yast) y saben lo que hacen.

Empezamos hace dos días el viaje hacia la cripta. Sí, una cripta. Suena genial, ¿verdad? Iba todo bien, pues volvíamos exitosos con el encargo que nos habían hecho (conseguir un ídolo que reposaba en un altar), pero, cuando al amanecer del día de ayer me despertaron, me dieron la mala noticia de que me he quedado sin sobra. Nada de lo que me han contado han sido buenas noticias: que si cuentos en los que las sombras campan a sus anchas y hacen travesuras, hasta un lugar conocido en nuestro mundo donde las sombras reinan y muchas de ellas son malvadas. Ah, y a eso súmale la terrible historia de la madre de Yast, sobre la cual cayó una maldición cuando un equipo del que ella formaba parte trató de recuperar una reliquia atlante.  Llevo dándole vueltas desde entonces a cuándo perdí mi sombra, pero solo recuerdo con terror que, desde que salimos de Alwayssummer, no recuerdo si la tenía o no.

Hemos decidido volver lo antes posible al museo para poder hablar con Barnabas. No puedo parar de pensar en el doppelganger que custodiamos. Sé que probablemente no tenga nada que ver con esto, pero... ¿DÓNDE ESTÁ MI SOMBRA? Ya he escrito a Prilin, por cierto, así que seguramente vaya a hablar contigo. Espero que podáis ayudarme con esto. No sé si me estoy pasando con pediros ayuda con tantas cosas. Por el momento, le he dado a Yast la estatuilla para que la lleve él y no yo. Él también nota el pulsar que emite, pero sigue con su sombra. A Prilin le envié la carta ayer, justo al llegar al pueblo. Aunque a ti te la estoy enviando un día después, no sé si te llegará con esa demora. Perdona que me enrolle con irrelevancias. Continúo con la historia.

Si lo de antes parecía raro, todo ha seguido poniéndose peor: la llegada a Alwayssummer ha sido muy desagradable pues varias personas hablaban sobre nosotros y lo hacían con descaro, señalándonos incluso. Han dicho de mí que conseguí una reliquia con un compañero y lo traicioné para quedarme con el dinero y que, desde entonces, no se ha vuelto a ver a ese compañero. Doy por hecho que todos lo han escuchado porque Lindt y Yast cuchichean y Draelin se ha dirigido directamente a mí para decirme que no cree que yo haya hecho eso. Aunque no sé qué es peor, porque de Yast han dicho que le robó la primera experiencia sexual a la hija de un noble de una ciudad importante. Me quedo tranquila de que no nos hemos detenido para encarar a nadie, me gusta saber que no pierden el tiempo con tonterías, aunque te reconozco que me ha picado. Hecho de menos a Rory, ya lo sabes.

El director, Barnabas Stone, nos ha recibido en seguida, pese a que estaba reunido con un noble, pues Lindt ha entrado sin llamar, como si estuviese por su casa. Creo que a Barnabas le ha molestado, pero a la vez, parece que está hecho a las formas de nuestro compañero. Quien sí se ha mostrado claramente molesto por la interrupción ha sido su acompañante, Dûrothil Löthorin, era un señor vestido con ropa delicada y de buena manufactura. Nos ha dicho que la estatua es de su familia y que esa cripta está en terrenos de su propiedad. Le he cuestionado la lógica tras lo que afirma, pero aún así, no hemos logrado saber nada más allá de que estaba ansioso por recuperar lo que afirma que es suyo.


Cuando Yast se la ha dejado para que la viera, la ha cogido con gran admiración, ha suspirado, ha sacado un objeto, lo ha encajado en el ídolo, lo ha girado hasta que ha sonado un clic y una pequeña esfera amarilla y dorada le ha caído en la palma de la mano. Ha comentado algo del gran poder que aporta ese objeto y, cuando Lindt le ha pedido verlo, no le ha dejado. Mientras hablaban, con disimulo y excusándome con que tenía que ir al baño, me he escaqueado para poder emboscarle después y poder robársela. Pero nada ha salido como yo quería.


Mientras yo esperaba fuera, las cosas se han ido pero que muy de madre y el hombre ha ofendido a Lindt, quien ha respondido creciendo de tamaño y tratando de matar al señor. El hombre ha usado paso brumoso para salir de allí. Ahí ha sido cuando he aprovechado para seguirle y tratar de quitarle la esfera, pero me ha pillado y he fracasado, Maldita sea.. ¿Qué poder otorgará ese objeto?

Barnabas se ha sentido avergonzado también, pues parece que a él también le ha engañado: no cree ese señor que se llame realmente así, ni conoce una casa de nobles con ese apellido. Para poder ser de ayuda, nos ha dado paso a la sala de la exposición nueva sobre Atlantia, además de dejarnos acceso a toda la correspondencia.

Lindt y yo hemos pasado un buen rato investigando la sala y luego la correspondencia. Hemos descubierto muchas cosas con las que debemos ir con cuidado. Perdona si me está quedando una carta larga, querida Ruphay, pero quiero contarte, para ponerte al día, y también por si me pasa algo. Verás, hay una tal banda llamada la Llama Aurea.


El hombre que pidió que fuésemos a por el ídolo debe pertenecer a ella. Otros dos hombres le han estado cubriendo las espaldas, y a punto han estado de dar con una pobre chica llamada Sophia Hapgood. Pobre chica porque no merecía morir y poco le ha faltado si no llega a ser por Draelin, pero de inocente no tiene nada: robó un medallón de la excavación en la que se encontraba en las montañas Helga con el famoso Fonkie Winbledimble y el resto del equipo que suele llevar. Nos hemos enterado por la correspondencia de que la ha estado persiguiendo la Llama Aurea. Llegamos a aparecer poco después y a saber qué le habría pasado.


Con dos virotazos, Draelin se ha cargado al que casi mata a Sophia y hemos conseguido hablar con ella en privado.

Con las dotes de Lindt, la chica nos ha confesado que robó un medallón que encontró en uno de los templos de la excavación de Wimbledimble y que por eso se marchó. Dice que el objeto se puede activar y que gracias a él, y al espíritu de Nur-al-Sal, que supuestamente vive en él, (por cierto, ¿sabes tú algo de eso?) ha encontrado todos los objetos en esa montaña. De hecho, nos ha explicado cómo se activa y ahí he tenido que poner mi mejor cara de póker: ha sacado una bola igual que la que no le he conseguido robar a Dûrothil, la ha acercado a un orificio que tiene el medallón y este la ha absorbido y ha cambiado de apariencia, como si tuviese cara y cambiase de expresión. Para acabar la reunión, nos ha dicho que el espíritu nos manda buscar el diario de Durkham, una gran figura de la historia.


Y todo eso en un día... Estaba más tranquila dando clase, ¿eh? En fin. Te escribo tras el desayuno, pues no tendré tiempo después: nos hemos preparado para marchar hoy mismo a la montaña Helga.

Ay, Ruphay, ¿qué harías tú? Echo de menos tomarme un té en tu porche y escuchar tus valiosos consejos. No llevo ni una semana fuera de casa y ya estoy perdida. Contéstame si puedes, aunque no sé si estaré de vuelta en Alwayssummer para cuando llegue tu respuesta. 

Te seguiré escribiendo desde donde esté para que puedas seguirme la pista. Gracias por estar siempre ahí.

Besos, Qinaya.

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