05 de Mirtul de 1491_Los secretos de Atlantia

05 de Mirtul de 1491

Querida Prilin:

Sigo con el grupo que te comenté. Se nos ha unido unos días Esterlicia, una druida que trabaja como cantante en la banda de música de la que forma parte Yast. Son la troup de Fausta. ¿Te suena el nombre? Parece que son famosillos.

Ah, esto es cotilleo puro, que sé que te gusta y que nunca está de más, así que te lo regalo para que luego te cueste menos hacerme el favor que te voy a pedir: Verás, algo le pasó a Esterlicia en Alwayssummer con el círculo de teleportación. Por lo visto, se quedó sin poder cruzar y no pudo seguir al resto de su grupo. El conjuro del círculo no tuvo efecto. Y no lo ha vuelto a tener desde ese momento, hace ya casi una semana. Por lo que les he oído hablar, no se fía de un miembro de su grupo y creo que es de Fausta, la líder, pero solo es una conjetura mía. Tú debiste de tener mucha suerte con tu grupo, ¿verdad? Parece que no es algo habitual poder confiar en todos los miembros como hacíais (y hacéis) vosotros. En fin, no puedo contarte nada más al respecto pues, para cuando nos hemos puesto en marcha, el Gremio de Aventureros que se encarga de mantener el círculo solo nos ha dicho que seguían tratando de reparar la avería.

Y aquí viene la parte de la carta en la que te pido el favor: He podido averiguar más cosas sobre la Llama Áurea (pero muchas menos de lo que me gustaría) y necesito tu ayuda y la de nuestros colegas de la Red para investigar sobre esto. Te cuento lo que he podido saber yo por el momento: en Alwayssummer han estado unos pocos miembros de la secta y no se quedaron muchos días. El tiempo que estuvieron no se dedicaron a meter mano en política, sino que se centraron en dar el golpe. De hecho, las pérdidas en el museo son consecuencia de sus acciones. Qué buscaban en concreto no lo sé, pero parece que lo encontraron y se marcharon sin mirar atrás. El tiempo que estuvieron en la ciudad, se reunieron todas las noches en una taberna, pero han sido muy discretos. No han hecho relaciones duraderas con nadie (y con relaciones me refiero a que, probablemente, solamente sobornaron al guardia del museo que hacía el turno en el momento). Tampoco he podido dar con ese guardia, pues nadie sabe en qué momento concreto robaron, así que no puedo saber quién estaba y no he encontrado la manera de entrevistar sin que se vean mis intenciones. Teniendo en cuenta la búsqueda desesperada que llevó a cabo Dûrothil Löthorin para dar con esa esferita y viendo todos los poderes que le atribuye a la suya y al collar de orichalco Sophia Hapgood (dile a Ruphay que te hable de ella y de su medallón si no lo ha hecho ya), seguramente esta banda vaya a más lugares a buscar más esferas hermanas de las que ya hemos visto. A Barnabas, el director del museo, ya le he avisado de cómo creo que se dio el robo y le he pedido que contacte con el resto de directores de museos para avisarles de este tipo de actividades. Al dueño de la taberna donde se solían reunir le he pagado para que avise a Barnabas si algún miembro de la Llama vuelve por allí.

Pero espera, que esto no acaba aquí. Nos hemos ido de Alwayssumer para seguir con nuestra investigación en el monte Helga. Para ello, teníamos que pasar por Luskan y, para llegar allí, hemos ido navegando con un grupo muy pintoresco llamado la Banda de la Hortaliza: su tripulación, para no dar los nombres reales, se han asignado verduras. Son majos. De camino, nos atacó un barco. No me refiero a la tripulación, sino literalmente a que nos atacó el barco. ¡Era un mímico! Ahora que estoy viva y seca, puedo decirte que fue una experiencia aterradora y genial.

Ilustración de Posuka Demizu.

                                                                                      La batalla ha sido increíble. Me ha encantado ver el despliegue de habilidades de todos y, en especial, de Esterlicia. El mímico ha soltado sus cuerdas hacia nuestro compañero Lindt y él ha conseguido que no le golpeasen haciendo que su piel se tornase tan dura como el hierro. Tras eso, ha vuelto a crecer de tamaño, su pelaje se ha oscurecido y le han salido cuernos. Esterlicia ha movido con fuerza y decisión su cetro y lo ha golpeado contra el suelo haciendo que apareciera el tótem de un oso, que nos ha imbuido de energía. La banda de las Hortalizas no se ha quedado corta y ha luchado con gran fiereza. Parece que los ánimos de Yast no decaen nunca, pase lo que pase, y lo ha demostrado en el combate porque no ha parado de animarnos y de ayudarnos a mantenernos firmes. Yo he tardado en darme cuenta de que no podía atacarle a mi manera (parecía que le daba igual que le atacase tanto con la ballesta como con la daga) así que me he ido a cargar un cañón y lo he preparado. Pero el mímico me ha visto las intenciones y me ha sacudido y apresado con un latigazo. Esterlicia ha apuntado con el cañón y Draelin ha dado en el blanco disparando (no me han dado a mí de pura suerte). El golpe de gracia se lo han dado Jacinto Pepinillos, el capitán de barco, y otra grumete. Me ha dado un poco de pena ver cómo se ha deshecho el mímico cuando le han dado ese rematado, pero he podido respirar tranquila. A mis compañeros y a la tripulación les debo una: rápidamente, me han enganchado y me han rescatado de las olas.

Tras más de dos días de viaje, hemos llegado a Luskan. La ciudad es preciosa y el monte Helga se ve desde aquí.

Nos han contado que, en la ciudad, el poder está repartido por los cinco lores pirata, pero se rumorea que realmente quien manda son el grupo de archimagos. Tendremos que ir con cuidado, pues no parece una ciudad tranquila.

Pero ay, maestra, esta gente sabe divertirme. Pese a que he llegado agotada de la travesía, con ganas de meterme a la cama con ropa, sal y restos de mímico, he acabado yendo a tomar algo con ellos a una taberna. De camino, Draelin no paraba de girar el cuello para mirar a sus espaldas y nos ha confesado que la banda en la que estaba, El Ojo, debe de estarle buscando, pues dejó de asistir a las reuniones y se marchó antes de hacer su última misión: matar a un tal Kalvrin. Así que ahora miramos nuestras espaldas constantemente.

Sophía y Lindt no han venido a la taberna, se han reunido luego por la noche con nosotros pues han ido a la casa de subastas a ver a la hermana de él, Fuetpetec, que trabaja allí.

Ah, antes de llegar a la Doncella Gonorreica, en una plazoleta, hemos tenido la suerte de ver actuar a Nero, el músico viajero. Yo no lo conocía, pero parece que es famoso (imagino que es de tu quinta y que a ti te suena). Ha hecho una actuación con marionetas en la que ha dicho a los niños que el Ratón Pérez son los padres. Ha sido muy gracioso. No me habría gustado enterarme siendo yo pequeña, pero reconozco que ahora me ha hecho gracia. ¿Se me estará agriando el carácter? Espero que no, pero no me extrañaría. ¿Tú qué crees? Además, y espero no parecerte infantil con esto, me ha caído especialmente bien porque regalado una flautita de madera de loto.

Cuando hemos entrado a la taberna, en primer lugar, he pensado que nos encontrábamos en un nido de goblins. La Doncella Gonorreica es un antro de mala muerte de mucho cuidado, no te la recomiendo, a no ser que estés desesperada, y con eso me refiero a que mejor dormir en la calle (a no ser que llueva y/o te persiga alguien). La cuestión es que, dejando atrás lo poco agradable que es este lugar, hemos podido sacar contactos e información. ¿Te contó Ruphay lo de mi sombra? Creo recordar que yo no lo hice porque la última vez que te escribí aún no me había pasado. Bueno, pues en esta tasca he conocido a un señor llamado Frogtimer que me ha dicho que se dedica a buscar sombras y se ha ofrecido a buscar la mía. La verdad, he accedido porque me ha contado posibles consecuencias, todas desastrosas, de que esté mi sombra por ahí sin mí. Me ha dado miedo. Y el pago es a la entrega. Draelin le ha robado al pobre hombre un frasco en el que tenía cuatro sombras, pero no te preocupes, que se lo ha devuelto más tarde. Esterlicia le ha aconsejado firmemente que no lo abriera bajo ningún concepto.

Te preguntarás para qué hemos ido al lugar como aquel. Verás, queríamos buscar información que ayude a Yast y a Esterlicia a saber dónde puede estar el resto de su banda de música. De eso, seguimos como estábamos, pero sí nos hemos enterado de que podíamos ir esa noche al Tentáculo Travieso para ver actuar a la banda de Kalo, sus rivales. De quienes sospechan. Y ahora yo también. Pero te cuento a su debido tiempo.

En fin, tras estar por esos lares, por fin, hemos ido todos al Tentáculo Travieso a ver el concierto de los rivales y allí nos hemos juntado de nuevo con Nero, que conoce a la troup de Yast y Esterlicia. Esta taberna SÍ te la recomiendo.

Como te digo, el interés en ver al grupo no era solo estrategia laboral, sino que tenían la esperanza de poder averiguar sobre el suyo. Lo que les pone en el punto de mira es que fue en Portón de Gældûr donde Kalo y su grupo cruzaron por el círculo de teletransporte justo antes de que Esterlicia perdiera a los suyos. Hablando con ellos, Yast se ha marcado el farol de que la guardia de la ciudad busca a su líder por haber hecho que el portal de teletransporte no funcione y él, por supuesto, lo ha negado. A mí no me ha quedado ninguna duda de que fue él quien lo averió, si es que esa es la palabra adecuada.

Además, Kalo no se ha cortado y ha insultado a Yast y ha flirteado con nuestra druida. De hecho, el caradura ha echado a su cantante para que nuestra compañera se uniese a su grupo. La pobre muchacha se ha ido llorando el baño. Y claro que sí, he aprovechado la oportunidad como me has enseñado.

Ahí va el cotilleo, que creo te va a servir para regocijarte toda la semana: he descubierto que Kalo tiene esclavizada a su troup. Cuando he seguido al baño a la cantante, que ha ido acompañada por otra de su grupo he podido escuchar cómo la una a la otra se daban ánimos y, la que ha seguido a la que lloraba, le ha dicho algo así como "ya sabes que no te va a echar". Me he atrevido a hablar con ellas y me he enterado de que no pueden dejar el grupo. No en sentido romántico, sino literalmente. Mientras me lo contaban, se tocaban la muñeca como acto reflejo. Creo que tienen un tatuaje que les ata a estar con él, pero no lo he visto.

Se lo he contado al resto de mis compañeros para que pudiésemos ayudarlas entre todos. Viéndolas actuar, no nos ha quedado duda de su esclavitud, pero también parecía que disfrutaban de lo que hacían: llevan la música en la sangre. Han empezado con La Promesa del Sauce Blanco. Ha sido maravilloso. Canción por canción. Me da rabia, pero entiendo su fama.

Al acabar el espectáculo, han desaparecido sin que nos diéramos cuenta. Rastreando, he podido encontrar que Kalo ha usado algún tipo de artefacto o conjuro. Yast ha visto la partitura con un mensaje anónimo de auxilio. Sin dudarlo, hemos empezado a buscarlas por todos los alrededores.

Desgraciadamente, nos hemos encontrado a una de ellas muerta, con la garganta rajada de lado a lado. He escrito "Kalo" en el suelo, junto a ella, usando su dedo y su sangre. Espero que sirva de pista para alguna autoridad quiera tratar de pararle, aunque lo dudo. Verás, Kalo y su padre son vampiros. Tras combatir contra el músico y sus compañeros (que actuaban como sus secuaces bajo un encantamiento), ha aparecido el padre para ayudarle y casi raptan a Esterlicia. Finalmente se han ido. También ella, pero por su lado para seguir buscando a su grupo. Ese es el resumen (porque contarte más es abrumador). Por favor, ayúdame también con esto o dime si alguno de tus conocidos puede. Hay que acabar con estos malhechores.

Parece que se nos acumulan las cosas raras y peligrosas, en presencia o en ausencia, y no sé qué es mejor y qué peor. De todo esto que no se entere mi madre, por favor.

Querida maestra, gracias por todo. Sé que ha sido una carta larga en la que te pido varias cosas. No quiero que pienses que solo te escribo para que me hagas favores, sino porque creo que todo esto te puede interesar y porque no, yo sola no puedo hacer esto.

Partimos hacia el monte Helga, aunque antes vamos a desviarnos para ver un monolito que hay a una hora de aquí y que esperamos que ayude a Lindt con sus investigaciones.

Espero poderte escribir pronto con noticias o, aunque sea, para dar señales de vida (o de que no he sido suplantada por mi sombra).

Cuídate,

Qinaya.

P.D.: La última cosa por esta vez: ¿Has escuchado hablar de la leyenda de la reina lamia que perdió a su hijo y, en recuerdo, creó una gargantilla tan hermosa que, al mirarla, lloras? También me gustaría saber sobre eso. No sé de qué manera puede ayudarnos, pero creo que puede tener alguna relación con Atlantia.

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